32. Llamado de atención.

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♡ Palabras: 1849

♡ Autora: natbooksx


El día auguraba ser bueno, pero no terminó así. Cuando desperté esta mañana, tenía el presentimiento que algo sucedería, especialmente cuando uno de mis primeros pensamientos era él y pocas veces eso era algo bueno.

Todavía me costaba entender por qué seguía tan aferrada a los recuerdos de nuestra primera vez juntos. Desde entonces he estado con algunos hombres y aunque muchos de ellos fueron buenos, solo uno pudo estar a su nivel o al menos hizo olvidarme por un tiempo los viejos recuerdos. Weston fue un buen polvo, tan bueno que lo intentamos siendo pareja hace unos meses atrás.

El día fue tan agotador que me tomó por sorpresa cuando llegué al dormitorio y Pauline se echó sobre mí en un abrazo asfixiante para contarme aceleradamente la buena nueva. Estaba tan sorprendida cuando me contó sobre su compromiso con Tanner, lo hermoso que fue su propuesta y lo feliz que estaba, que no me di cuenta del momento en que acepté ser su dama de honor y haber aceptado planear su boda.

Eso solo fue el inicio del desastre.

Durante toda la noche no pude conciliar el sueño. No podía decidir si era bueno o malo que fueran a casarse. En realidad, me parecía tan cliché que el chico malo se casara con la chica buena, por quién cambio todo para ser perfecto. En el fondo sabía que Tanner y yo nunca encajaríamos, él puede ser muy dominante y conservador, mientras yo soy, en cuanto a mis ideales, algo liberal. El hecho que critique mi vida sexual cuando él en su momento también se acostó con varias chicas me parece hipócrita. Los tiempos han cambiado, pero la mentalidad retrograda sigue vigente y, por eso, él sigue sin perdonarme que disfrute de mi cuerpo a plenitud.

Incapaz de dormir y dando vueltas en la cama, decido que necesito un respiro de ellos. Necesito alejarme de su compromiso y de todo lo que eso implicará. Tanner no acompañó a Pauline para contarme la noticia y eso solo significa que él querrá hablar conmigo personalmente y aún no estoy preparada para eso.

Los últimos meses alrededor de ellos ha sido un tormento, más que nada porque cada vez que decido alejarme, encuentran la manera de nuevamente de tenerme cerca. Por eso es que necesito ir a San Antonio. Necesito pensar. Necesito ver a mis padres, pero sobre todo, necesito recordar que soy una mujer fuerte e independiente que no necesita de nadie para ser feliz. Necesito tiempo para mí.

Por esa razón me levanto de la cama y, sin hacer mucho ruido, busco en mi armario una mochila para llenarla con cosas esenciales para el viaje.

*****

Después de tener todo listo y verificar que Pauline no ha despertado, me dirijo en la camioneta por la ruta interestatal, rumbo a mi vieja casa. En el camino enciendo la radio y busco una emisora que pase buenas canciones para mantenerme despierta. Son alrededor de las 05:30 pm cuando llego y soy recibida por mis padres, quienes aún están en pijamas. Al bajar del auto noto en sus miradas la preocupación y el desconcierto de mi visita. Mentalmente me preparo para la lluvia de preguntas y sermones que seguramente tienen para mí, pero contra todo pronóstico, mis padres no me dicen en toda la mañana.

Temiendo que sepan la razón de mi huida de Austin, decido contarle a mamá la razón de mi presencia en la ciudad, maquillando un poco la verdad.

—Mamá, sé que te preguntaras la razón por la que estoy aquí —empiezo.

—Claro que sí, Savannah. No debe de ser bueno lo que dejaste atrás para correr de ello durante la madrugada.

—En realidad no lo sé, pero puedo asegurarte que el motivo principal de mi visita tiene mucho que ver conmigo. Necesito tiempo para pensar, además de tiempo de calidad con mis encantadores padres.

Concurso (Tanner Reed)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora