Ryan Scott.
Ok, se que lo que pasó anoche con Astrid y Christofer fue mi culpa, no defendí a mi amiga por la forma en que la trató el tarado de Christofer y eso estuvo mal yo debí decirle algo a el y defenderla pero solo me quedé callado como un tonto observando como ella se alejaba de nosotros con su corazoncito roto y eso me dolió mucho.
No entiendo como Christofer puede tratarla así luego de pedirme ayuda para planear eso de los helados. Por dios. Debí saber que algo saldría mal por culpa del patán de Christofer. También es mi culpa por no hacer nada al respecto.
...
Intenté evitar a Astrid hoy por la mañana pero es muy difícil si a quien estás intentando evitar estudia contigo y en el mismo salón. Lo se es una bobada. Ella la verdad colaboró un poco, no se acercó a mi y estuvo la primera clase entretenida hablando con Keyla, supongo que ella le pregunto sobre el tema ya que yo le había contado lo que sucedía pero Astrid es muy reservada y no creo que le haya dicho mucho del tema pero me parece correcto que Keyla lo sepa. Es nuestra amiga y se que va a ayudar a Astrid con lo que sea. ¿No?
La siguiente clase era libre ya que la profesora no asistió y debíamos esperar a la tercera clase. Yo decidí seguir evadiendo a Astrid y me pasé todo el rato en el patio del colegio.
Cuando se llegó la hora de la tercera clase y entré al salón no vi a Astrid por ningún lado, me acerque a Keyla que estaba sentada al final del salón y le pregunté.
—¿A donde se fue Astrid? —ella arrugó las cejas.
—¿Ahora sí te preocupas por ella? —Dijo entre dientes con un tono de rabia.
—Vamos Keyla no te pongas así, dime dónde está por favor ¿Puedes? —dije en todo suplicante para que se apiade de mi.
—Está bien, cuando te pones así es imposible no decirte algo. Se fue a su casa para descansar dijo que tuvo una noche larga y que nos veremos el miércoles. —explicó ya más calmada.
—¿Cómo? ¿O sea que no va a venir mañana? ¿Por qué? —pregunté muy rápido.
—Yo hice las mismas preguntas y no obtuve respuesta, será mejor que esperemos una explicación el miércoles y listo. —dijo en tono de orden.
—Está bien. —obedecí.
La última clase pasó muy lento y yo no paraba de pensar en que lo de anoche fue mi culpa y que Astrid tenía razón de estar molesta conmigo, no la culpo está en todo su derecho de insultarme si quiere.
Llegué a mi casa y no había nadie como de costumbre, mi padre siempre estaba de viaje, mi hermano se había ido de la casa hace meses con su novia y no se acordaba de mi y mamá normalmente tenía guardia en el hospital y llegaba de madrugada o en la mañana. El trabajo de enfermera es fuerte.
Así que estaba solo, completamente solo.
Me acosté en mi habitación y me dedique a escuchar música para entretenerme hasta que me quede dormido.
No se cuánto tiempo dormí exactamente pero cuando desperté mi teléfono estaba apagado y ya comenzaba a caer la tarde.
Bajé a la cocina por un poco de agua y algo de comer para ver películas o series el resto de la tarde.
Preparé unos sándwiches y los puse en una mesita frente al televisor y el sofá de la sala, busque una película entretenida y me dedique a comer y ver televisión. No hay nada mejor que eso.
Se hicieron las 7:30 y me dió más hambre, no se cómo puedo comer tanto y no engordar la verdad, me dirijo a la cocina por más comida y me dispongo a preparar más sándwiches ya que es lo más práctico y rápido, vuelvo a sala y sigo con mi rutina.
8:00 pm
8:15 pm
8:30 pm
8:45 pm
9:00 pm
10:00 pm
10:55 pm
Me dió sueño, a pesar de que dormí en la tarde me dió sueño y subí a mi cuarto me di un baño y me senté en la orilla de la cama para conectar el teléfono al cargador, esperé a que se iluminara la pantalla y lo encendí.
Inmediatamente se registran varios mensajes. Pero hay uno que llama la atención.
Número desconocido:
Hey! Voy a tu casa en estos momentos espérame afuera.
Hace 5 minutos.Trago grueso.
No se quién carajos pueda ser a ésta hora y eso me inquieta un poco.A quién quiero engañar, me inquieta mucho. Mierda. Estoy asustado.
Bajo las escaleras con todo el miedo del mundo y me detengo frente a la puerta de entrada.
Ahí es cuando entro en pánico. ¿Si es un asesino en serie? ¿Si es un ladrón? ¿Alguien quiere hacerme daño? ¿Debo escapar por la puerta de atrás? ¿Debo llamar a la policía? ¿Es alguien que me conoce? ¿Cómo tiene mi número?
Ok. He visto muchas películas.
No se que hacer en éstos momentos y sigo inmóvil como un tarado frente a la puerta sin saber que carajos hacer.
Y no saber que hacer me frustra un poco y me bloqueo más, así no puedo pensar con claridad.
Sigo frente a la puerta intentando descifrar que hacer cuando el timbre me saca de mis pensamientos.
Oh mierda. Recontra mierda.
¿Ahora que coño hago?
¿Ya vinieron por mi?
Hasta aquí llegué, se llamaba Ryan.
El timbre suena una vez más, yo entro en pánico una vez más.
Tomo el pomo de la puerta y lo giro lentamente hasta abrirla completamente y observar quién está detrás de ella.
—Hola, Ryan.
Hola, ¿cómo están?
Espero que hasta ahora bien.
Decidí poner una parte narrada por Ryan para conocerlo un poco más y porque es el mejor amigo de Astrid merece un poco de protagonismo ¿No?
Ese Ryan es un miedoso.
Besos.
ESTÁS LEYENDO
La Biografía De Mi Boca ✓ [Editando]
Teen FictionElla, sencilla y muy tranquila. Ellos, locos por ella. Todo cambia en cuestión de segundos. No creo que sea una historia de amor muy bonita o muy absurda típica de los libros pero puede que se sientan identificados con esto, que va más allá de unos...