Capítulo 11.

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El día paso de manera lenta y tortuosa para Uchiha, quien no paraba de mirar la hora cada dos minutos, suspiró al ver que sólo quedaba una clase más y luego vería a su profesor.

La imagen de su primer encuentro íntimo con el rubio apareció de repente provocándole un leve sonrojo en sus mejillas.

¿Qué rayos estaba haciendo?, ¿en serio, meterse con un profesor?, si que estaba perdiendo la cabeza, pero la imagen de Naruto entre sus piernas lo excitada tanto que se negaba a parar aquella locura.

—¿Tan caliente te pone el profesor, cariño?— susurró la rubia con una sonrisa acusadora.

—Yamanaka no se de que me estás hablando, ahora concentrate en la clase — le dio un leve golpe en la frente, creando más distancia entre ellos.

—Auch, no te hagas, por tu cara y sonrojo me imagino que no eran cosas precisamente puras— siguió molestandolo un poco más.

—Ino...— habló despacio.

—Bien, bien, me callo, amargado— le sacó la lengua, Sasuke sólo pudo reír por la actitud de su amiga y como compensación sólo le dio un beso en la mejilla, haciéndola sonrojar.

~•~

En cuanto vio al azabache a través de la ventana comportándose de una manera tan cariñosa con la rubia, no pudo evitar apretar puños de manera furiosa, no lo entendía, ¿acaso tenían una relación?, pero eso era imposible o ¿no?.

Naruto siguió su camino mientras aún pensaba en lo que había visto, hasta que cayó en cuenta de algo, ¿a él que le importaba?. Sólo era sexo, porque se preocupaba de la vida amorosa de ese chico.

Lo único que tenía en claro era que disfrutaría de ese frágil y hermoso cuerpo, lo haría hasta olvidar su nombre.

~•~

El final del día había llegado, todos los alumnos guardaban con rapidez sus objetos, saliendo a paso apresurado del aula, todos a excepción de un azabache y una rubia.

—Bien cariño, Sai me está esperando, así que mucha suerte, mañana quiero todos los detalles—  se acercó al moreno y le dio dos besos en las mejillas, y disimuladamente guardo algo en su bolsillo delantero.

Al verla marchar, metió su mano sacando lo que su amiga había guardado, al verlo se dio cuenta de que era un preservativo en el veía pegado un post-it que decía "Suerte, te quiero".

No pudo evitar sonreír, en definitiva en su otra vida hizo algo muy bueno para merecer a esa rubia como mejor amiga.

Siempre apoyándolo, siempre cuidando de él.

Le escribió un mensaje a la chica, agradeciendole y diciéndole cuanto la quería, imaginaba los gritos de emoción que daría la blonda al ver el mensaje, con esos pensamientos guardo su celular y el preservativo, caminando en dirección a la sala de música.

Estaba nervioso, si bien no era virgen, si sería la primera vez que tendría relaciones con alguien de veinticuatro años, y no con cualquiera sino con su profesor.

~•~

Su reloj marcaba las cuatro  y quince de la tarde, se sentía algo impaciente al no ver al azabache llegar, pensó que quizás lo había dejado plantado como castigo por lo del jueves. Algo desanimado se puso de pie, caminaba en dirección hacia la puerta, la cual comenzaba a abrirse.

Naruto reaccionó rápido y se puso detrás de la misma, aprovechando la oscuridad del sitio para que Sasuke no lo viera, momentos antes había apagado las luces dejando que sólo unas cuantas velas iluminarán  tenuemente el lugar.

Querido profesor (NaruSasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora