El jueves de esa misma semana cuando me levanté agotado tras la intensa reunión de venta internacional a la que habíamos asistido el día anterior recibí un mensaje de mi querido padre.
-No hagas tonterías en la oficina, compórtate mientras yo no esté, vuelo hoy a Europa a visitar un par de sedes nuevas que hemos abierto, no quiero tener quejas de nadie a mi vuelta. P.H.- Leí en alto. Una sensación que experimentaba demasiado a menudo parecida a las náuseas y al desasosiego cuando mi padre me hacía sentir como si fuese un extraño para él se instaló en mi estómago y aunque no duró mucho fue suficiente para recordarme que mi padre no confiaba en mí.
Preparé mi desayuno mientras paseaba un poco por mis redes sociales viendo las ultimas noticias como hacía cada mañana. Cuando me senté en el taburete de la cocina ya estaba planeando y analizando lo que tenía pendiente para ese día en la oficina. Reunión a primera hora de la mañana con los inversores alemanes, presentar los registros de personal y luego entregarlos para su clasificación y firma. Parecía sencillo, nada que con un poco de paciencia no fuese a ser rápido.
Pese al frío exterior decidí caminar hasta la oficina y dejar el coche aparcado en su sitio. En el camino me dediqué a pensar seriamente sobre mi trabajo y las personas que estaba conociendo que hacían un poco más fácil el día a día en la oficina mientras me arrebullaba en mi abrigo y mi bufanda.
-Buenos días-dije mientras me quitaba el abrigo y lo colgaba en el perchero de la entrada.
-Buenos días Park-gritó Tae desde su mesa cargando un montón de impresos.
- ¿Necesitas ayuda? -pregunté mientras me ponía a su lado para empujar una de las carpetas que escurría entre todos los papeles.
-Tranquilo, solo necesito que pase ya esta reunión y a lo siguiente-bromeó con su entusiasmo de siempre. Sonreí contagiándome de su energía.
-¿Cuánto queda?-pregunté apoyándome en la mesa.
-10 minutos, así que será mejor que cojas los papeles del registro y empieces a moverte con esa grácil figura tuya hacia la sala de reuniones-dijo Jin atropelladamente apareciendo de la nada mientras me cargaba con un enorme bloque de carpetas.
-Buenos días a ti también-farfullé asombrado mientras me ponía en pie de nuevo.
El esbozó una sonrisa burlona. -Siempre es un placer ayudar a los nuevos-dijo tranquilamente. Lo seguimos hasta la sala de reuniones entre bromas
- ¿Algún día dejaremos de ser los nuevos Jin? -preguntó Tae abriendo la puerta de cristal con su cadera y haciéndose a un lado para dejarnos pasar.
-Quizás, cuando aparezcan nuevos chicos nuevo y eso no pasa muy a menudo, así que mientras tanto tendréis que cumplir bien vuestras funciones como nuevos, como invitarme a café para agradarme-expuso riendo mientras pasaba detrás de mí.
-No agobies a los muchachos Jin o se irán corriendo, necesitamos grandes cerebros en esta empresa-protesto una voz desconocida para mi hasta ese momento. Cuando me giré me encontré con un muchacho bastante más alto que yo de expresión amable y hoyuelos marcados en las mejillas.
-Estos dos están atados a la empresa hasta que las ranas críen pelo-aulló Jin entre risas.
-Que esperanzador Jin, muchas gracias-dije con ironía mientras dejaba todo lo que llevaba en la mesa. Agité un poco los brazos para aliviar la pesadez de los papeles que había transportado y me volví a incorporar a la conversación con el otro joven.
-Kim Taehyung, Park Jimin, este es nuestro jefe de finanzas y contabilidad Kim Namjoon y de lejos el hombre más inteligente en esta empresa-presentó Jin con adoración.
ESTÁS LEYENDO
Bullets //Yoonmin
FanfictionRenunciar a tus sueños siempre es duro y para Jimin la vida es una absoluta mierda desde que tuvo que dejar la danza y dedicarse a estudiar una carrera que no le gustaba por orden de su padre. Todo cambia en su primer día de trabajo cuando conoce a...