Pasé alrededor de una semana más metido en mi casa, tenía constantes revisiones médicas y por suerte de todas salían resultados positivos. Me estaba recuperando bien.
Los chicos siguieron viniendo a mi casa cada día pero no pude volver a quedarme a solas con Yoongi en toda la semana para terminar lo que había empezado aquella tarde.
Cuando el médico me dio el alta y aseguró que no había peligro para mi, pude reincorporarme al trabajo con más ilusión de la que nunca habría imaginado.
Había pasado días y días sentado frente a la tele y moviéndome únicamente por mi casa según mi tobillo había ido recuperándose así que cuando recibí la noticia de que podría volver a trabajar sonreí como un lunático y le di las gracias al medico tantas veces que debió pensar que después del golpe me había quedado tonto.
Después de la consulta Tae me dejó en casa y yo avise a los chicos de lo que me habían dicho.
No tardé en recibir la llamada de Yoongi.
-¿Así que vuelves a la oficina?-preguntó directamente cuando descolgué. Fruncí el ceño un segundo y me dispuse a picarlo, mi entretenimiento favorito desde que lo conocía.
-Hola a ti también eh-protesté. Él rió al otro lado y solo pude sonreír ante aquel maravilloso sonido. -Efectivamente, el lunes me reincorporo al trabajo, lo estoy deseando-añadí con alegría.
-Debes estar loco-dijo risueño. Imaginé su sonrisa al otro lado del teléfono y mi corazón se caldeó. -Yo...te llamaba...¿Puedo pasarme esta tarde por tu casa? Tengo que proponerte una cosa pero no quiero que sea por teléfono-explicó en un murmullo.
-Si...claro, puedes venir siempre que quieras-respondí sorprendido. Di las gracias porque no pudiese verme la cara porque debía de ser un poema. Del blanco al rojo en un segundo.
-Vale, ¿te viene bien que pase sobre las siete?-preguntó.
-Claro, no iba a moverme de casa hoy Tae y Jungkook van al cine y me abandonan-expliqué mientras terminaba de remover el bol de ramen que había estado preparando para comer.
-Te haré compañía entonces-sentenció. Lo escuché removerse en su silla y golpear algo probablemente sin querer.
-La mejor compañía que podría pedir-susurré. Lo escuché reír tímidamente y luego suspiró. Recé a todos los dioses para que no se pusiese a pensar y volviéramos otra vez hacia atrás.
Cuando nos despedimos di un par de saltitos en el sofá y corrí por la casa para meterme en la ducha y desprenderme de la sudadera y los pantalones de chándal que llevaba olvidando mi comida en la encimera. Quería pensar un atuendo casual para estar en casa pero que a la vez me diese otro aspecto al cómodo pero simple que había estado ofreciendo esas ultimas dos semanas así que opté por ponerme una camiseta de manga corta blanca con unos pantalones negros y unas converse del mismo color. Comí en un extraño silencio con la ilusión de un niño que espera para su cumpleaños. La enorme diferencia de que esa tarde yo pretendía hacer caer a Yoongi en su propio juego y terminar de una vez lo que habíamos dejado pendiente la tarde que vino a mi casa después del accidente.
Termine de comer en un silencio atronador después de volver a calentar la comida que había sido olvidada después de hablar con Yoongi y más tarde ajusté la calefacción para tener que evitar ponerme más ropa que la cómoda camiseta que llevaba. Simplemente me senté en el sofá con una serie hasta que diese la hora.
Tae me llamó a media tarde antes de entrar a su sesión de cine con Jungkook y cuando les conté que había quedado con Yoongi ambos esbozaron una pequeña risilla que escuche a través del teléfono.
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Bullets //Yoonmin
FanfictionRenunciar a tus sueños siempre es duro y para Jimin la vida es una absoluta mierda desde que tuvo que dejar la danza y dedicarse a estudiar una carrera que no le gustaba por orden de su padre. Todo cambia en su primer día de trabajo cuando conoce a...