Todo comenzó una fría y lluviosa mañana de Noviembre.
Apenas había amanecido pero yo tampoco había podido pegar ojo durante la noche debido a la enorme tormenta que se desataba en el exterior; y sí, quizás un poco también por los nervios.
Siempre supe, desde el momento en que empecé la carrera que ese momento llegaría, pero cuando llegó, no voy a mentir, deseé que no hubiese llegado nunca.
Cansado de dar vueltas en la cama decidí que empezar el día un par de horas antes de lo normal sería lo más adecuado.
Observé mi ojeroso reflejo en el espejo del baño del espacioso apartamento que mis padres habían comprado por mi cumpleaños. Contemplé como ese Jimin adulto que hacía unos años que ya no conocía me devolvía una mirada de lastima cargada de significados.
Hacía un par de semanas que había terminado las prácticas en una pequeña empresa de marketing e inmediatamente mi padre, el gran señor Park conocido por todo el mundo, se las había ingeniado para que una de las mayores empresas de construcción del país, de la cual casualmente era gerente, me aceptase para entrar a trabajar dos semanas después.
Y allí estaba yo, a punto de tener mi primer día de trabajo, tembloroso y decepcionado conmigo mismo por haberme abandonado a esa cruel realidad y haber sucumbido ante mi padre abandonando así mi sueño de dedicarme a algo que realmente me apasionaba como era la danza. Obviamente mi padre había puesto el grito en el cielo cuando se lo había mencionado y amenazó con no pagarme la carrera y desheredarme en el camino. Así fue como terminé estudiando dirección de empresas y renunciando a mi sueño, para siempre.
Dos horas después mientras abotonaba mi camisa blanca y ajustaba la corbata en mi cuello, el espejo me devolvía la misma imagen de mi siendo totalmente desdichado, esta vez con imagen de hombre de negocios.
Un pitido resonó por toda la casa. Se trataba de mi móvil olvidado en algún lugar de la habitación..
-Te veo en la oficina, hoy empieza nuestra nueva vida-escribió.
Leí el mensaje a toda velocidad y sonreí apenas un minuto mientras me ponía la americana sobre los hombros. El optimista de Taehyung. Puede que mi amigo fuese lo único bueno que había sacado de esa carrera y lo único que quería conservar en el futuro. Por suerte, mi padre accedió a pedir también un puesto para él cuando se lo pedí y trabajaríamos juntos.
-El mejor día de mi vida-escribí irónicamente. Inmediatamente el mensaje fue leído por mi amigo que estaba en línea y respondido en cuestión de segundos
-Vamos Park, eres el enchufado del gerente, todo va a ir bien- escribió. Tras la frase añadió un guiño como siempre hacía.
Hice una mueca divertida; No se lo creía ni el.
En ese momento un claxon resquebrajó el silencio. Había llegado el momento. Guardé el móvil en el bolsillo del pantalón y salí del apartamento contemplando como abajo y en un perfecto e impoluto traje negro se encontraba ya mi padre comprobando obsesivamente el reloj. Suspirando cerré la puerta y baje a la calle por las escaleras.
-No te he educado para llegar tarde y menos en tu primer día-gruñó abriendo la puerta del vehículo sin ni siquiera saludarme. Suspiré frustrado. Así era la relación con mi padre, yo era su gran decepción y el era la viva imagen de la crudeza conmigo. O eso parecía por aquel entonces.
-Buenos días padre-murmuré mientras lo veía meterse en el coche y yo me metía por el otro lado.
-Buenos días señor Lee-saludé al chófer de mi padre. Él me observó por el retrovisor y me obsequió con un pequeño saludo con la cabeza a través del espejo.
Cuando ya llevábamos unos minutos de camino mi padre carraspeó incomodo.
-Espero que estés preparado para la empresa, no te lo pondrán fácil solo por ser mi hijo y si el señor Min era estricto, su hijo es aún más difícil de manejar, solo tiene un par de años más que tu, pero tiene muy claro lo que quiere para su empresa-explicó con exigencia en el tono de su voz.
-¿Que le ha ocurrido al señor Min?-pregunté por intentar mantener algo de conversación.
-Solo se que tuvo que ser intervenido de urgencia y ahora mismo se recupera en el hospital, por eso el joven Min ha sido nombrado director general tan pronto, no se si será lo más correcto para la empresa-explicó sin despegar la vista de su teléfono
-Acabas de decir...-objeté. Él me interrumpió.
-Se muy bien lo que he dicho Jimin, que sea decidido y minucioso no quiere decir que su fama no lo preceda, el muchacho tiene algo turbio en la mirada-replicó bruscamente.
-Lo que digas padre-susurré llevando de nuevo mi mirada al móvil. La conversación se había acabado.
Durante los minutos que duró el viaje nadie habló y mi padre se dedicó a mirar compulsivamente en su móvil las subidas y bajadas de la bolsa respecto a las acciones de la empresa.
Cuando por fin bajamos del coche, la lluvia me caló hasta los huesos incluso bajo el sobrio paraguas de mi padre y el frío inundó mi cuerpo en señal de lo que estaba por venir.
Me encontré con Taehyung en la recepción, el saludó a mi padre con una inclinación formal y este le devolvió el gesto acompañado de un saludo cordial. Sin duda mi amigo era todo lo que yo no era y mi padre hubiese querido tener en un hijo; Tae no se sentía cómodo en presencia de mi padre, siempre decía que si no sabía apreciarme como era, no merecía a un hijo como yo. Y así era mas fácil entre nosotros, eran nuestras diferencias precisamente lo que nos acercaba al otro y éramos los mejores amigos. Desde que nos habíamos conocido, habíamos hecho todo juntos y ahora no era diferente, íbamos a trabajar juntos y eso era lo único bueno de todo aquello.
Mientras mi progenitor nos inundaba la cabeza con todo lo que se requería de nosotros y nuestros puestos pude comprobar como desde el amplio ascensor acristalado que subía cada vez más alto se veía toda la ciudad a nuestros pies. Con un leve traqueteo, el elevador paró en el último piso.
-Os presentaré al nuevo director, sed educados, comportaos y por lo que más queráis, no me dejéis en evidencia-citó en cuanto llegamos a la puerta al final del pasillo. Una placa dorada adornaba la pared junto al marco de la puerta.
*Director General Min*
mi padre llamó con tres toques y tras unos segundos como si quisiese aportar suspense, la puerta se abrió sorprendentemente lenta y tras ella pude contemplar al hombre mas hermoso que jamás había tenido el placer de cruzarme.
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¡Hola a todos!
Ya estoy por aquí de nuevo. Hoy os traigo el primer capitulo del que será mi primer fanfic aquí. Es sobre Yoonmin, uno de mis ships favoritos.
Aunque en este primer capitulo no pasa demasiado ya que es introducción, prometo mucha acción, mucho romance y muchas idas y venidas con esta historia y esta parejita.
Me gustaría darle las gracias a una personita especial que siempre me lee y que siempre está detrás de todas mis peripecias. Sabes de sobra quien eres. Te quiero.
Espero que os guste y nos vemos prontito con el proximo capitulo.
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Bullets //Yoonmin
FanfictionRenunciar a tus sueños siempre es duro y para Jimin la vida es una absoluta mierda desde que tuvo que dejar la danza y dedicarse a estudiar una carrera que no le gustaba por orden de su padre. Todo cambia en su primer día de trabajo cuando conoce a...