catorce.

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Nuevamente, Jungkook se ha encontrado a sí mismo viendo hacía dónde se encuentra Hoseok, dedicandole sutiles miradas entre las estanterías, deteniéndose para saber que es lo que hace o sólo para ver su rostro y sonreír, diablos, sonreír solo por verle o escuchar cualquier ruido suyo, esos que hace tiernamente mientras arregla el establecimiento y provoca que el lugar nunca esté en silencio a eso es lo que se refiere cuando dice que la presencia de Hoseok es poderosa y por ello su ausencia es imposible de ignorar.

Es fácil saber cuando él está allí, por alguna razón, el lugar se ve envuelto en un ambiente liviano y ameno mientras él está presente y no es el único que lo nota, su padre suele decírselo también, incluso los clientes se le acercan para preguntar el nombre del muchacho sonriente que los guía a través de la tienda y se porta amable.

Jungkook sabe que Hoseok no necesita fingir ser amable, él de por sí ya lo es y su sola persona hace que las personas se sientan intrigadas por él, es simple, hace que todos se sientan bien a su alrededor.

Entre todas esas personas él, que lleva tratándolo desde hace un mes y no deja de sentirse cómodo a su lado, realmente comienza a cuestionarse porque no lo notó antes y sobre todo, ¿por qué no se dio la oportunidad de conocerlo mejor en aquel tiempo, por qué ahora?

Quizás sea verdad lo que dicta el dicho popular "las cosas pasan por alguna razón", bien, entonces, ¿cuál es?

Sinceramente, comenzó a sentirse confundido cuando nota incluso el movimiento más pequeño respecto a él, cuando se preocupa al verlo cargando cajas muy pesadas o termina ayudándole sin que él se lo pida y contándole absurdas historias sólo para escucharle reír, porque, maldición, su risa es cómo algo necesario en él últimamente, cuando está muy estresado, basta escucharle reír desde algún lugar y el peso en su cuello y hombros se desplaza a algún lugar lejos de él.

Le gusta buscar sus ojos y ha tomado el hábito de acariciarle la cabeza de vez en cuando, sobretodo cuando están haciendo algo juntos y lo ve concentrado, pero muchas veces, lo que quiere es besarle los cabellos como aquella vez y ver sus mejillas sonrojadas porque es completamente adorable.

La tienda está a punto de cerrar y Jungkook no quiere que se acabe el tiempo porque sabe que todos deben volver a sus hogares, pero él sólo pide unos minutos más.

Pero, lastimosamente la hora llega y debe buscar sus cosas, Hoseok tiene una bufanda, un gorro y el gran abrigo con el que llegó esa mañana ya puestos para enfrentar el frío de las calles, Jungkook sólo puede pensar en lo pequeñito que se ve con todo eso encima y lo mucho que le gustaría abrazarlo.

Aunque esté pensamiento haga más estragos de los que esperaba en su interior, últimamente tiene esos pensamientos de la nada y son frecuentes, sobre todos cuando lo ve llegar o cuando es hora de abandonar la tienda.

Su padre le indica que se adelante porque el cerrará la tienda y él no pierde la oportunidad al ver a Hoseok aún afuera, al parecer, esperando.

"Veo que te gusta agarrar resfriados" bromea cuando se pone a su lado, Hoseok le da un codazo apenas fuerte.

"¿Qué puedo decirte?, vivo la vida loca" lo último lo dijo de manera rítmica, como una canción.

"Sólo deja que..." tomó las laterales de su gorrito y lo jaló un poco más abajo para que le cubra bien la cabeza y la frente. "Es mejor así" murmura tímidamente, Hoseok le agradece con una sonrisa.

"Pareces una mamá gallina cuidando de sus pollitos" compara el más bajo con un deje de ternura, Jungkook se siente incluso más apenado y le saca la lengua infantilmente.

"Ahora te burlas de mí por querer que tengas una buena salud, perdóname por tratar de ser un buen amigo" le dice ofendido y la risa de Hoseok nuevamente sale a relucir, le gusta la forma en que sus ojos se arrugan un poco y sus labios forman una figura de corazón, es tan diferente y peculiar, pero encantador.

"Sólo bromeo, señor sensible" levanta una mano y palmea la cabeza de Jungkook tiernamente.

Él chico quiere defenderse, pero se ve interrumpido por una bocina que los sobresalta a ambos, Hoseok gira de inmediato y parece reconocer dicho auto, se despide de su padre y de él antes de dirigirse hacía el transporte con una sonrisa.

Pero Jungkook no quería que se fuera aún, quería verlo un poco más, quería, quería...

Hoseok!" Lo llama y el aludido gira para verle confuso. Jungkook da algunas zancadas hasta él y lo toma entre sus brazos, lo está abrazando. Hoseok se tensa por unos breves segundos, pero, finalmente cede y devuelve el gesto también.

El pelinegro comienza a separarse con el calor corriendo de su cuello a su mejillas, Hoseok también lo está, pero le sonríe al mismo tiempo y es suficiente para tirar la armadura de Jungkook.

"Supongo que ahora puedo irme" dice divertido, Jungkook asiente inmediatamente. "Nos vamos mañana" se despide por última vez antes de subirse al auto y partir de allí finalmente.

Jungkook mete sus manos entre sus bolsillos y persigue el auto con la mirada hasta que se va por completo, suelta un suspiro bajando su mirada, procesando sus acciones y las emociones que le causaron.

Su padre llega y le palmea la espalda amistosamente, así ambos dan comienzo a la caminata hacía la parada de autobuses más cercana para dirigirse a su hogar.

"Me sentí de la misma forma alguna vez, sólo espero que tú no seas tan terco, hijo" aquellas palabras le hacen sentir en conflicto y tan confuso, más su padre no agrega nada más, sólo le brinda una sonrisa y Jungkook sabe que incluso aunque le pregunte, nunca le dirá el verdadero significado, al menos no ahora, su padre suele hacer eso, dejarlo con la incógnita hasta que un día deja que todo salga.

Hay muchas cosas en toda la situación que lo dejan con más de una pregunta, para su padre y sobretodo, para sí mismo.

𝘮𝘶𝘴𝘪𝘤 𝘴𝘩𝘰𝘱 𖥻𝗸𝗼𝗼𝗯𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora