Jungkook lo invitó a la fiesta que realiza su familia antes del día de navidad; primero chilló de emoción (apenas colgó por supuesto) y se puso a saltar alrededor de su habitación, incluso su madre se asomó a la puerta de la misma para comprobar que no le estuviese pasando nada malo por todo alboroto. Así que cuando la euforia bajo, se sintió mal por haberle causado tremendo susto y terminó abrazandola muy fuerte mientras se disculpaba, entonces prosiguió a contarle lo que sucedía.
Su madre siempre ha sabido de sus sentimientos hacía el pelinegro, Hoseok se sintió verdaderamente afortunado cuando su familia no lo juzgo y al contrario lo alentaron para seguir adelante, tal vez hubo algo de tensión con su padre, pero nunca le dijo o hizo algo que le hiciera sentir mal, luego le aclaró que sólo lo asimilaba, pero que respetaba y apoyaría cada una de sus decisiones.
Jung Hoseok era un chico afortunado y él lo sabe muy bien.
"Ese chico de verdad te gusta" le dijo su madre una noche mientras le contaba las cosas que había hecho en su día y entre estás una de las charlas que tuvo con Jungkook.
"Me hace feliz, verlo es como un botón de reinicio mamá" le sonrió apenado, aún era reciente hablar de sus sentimientos y le hacía sentir algo tímido.
"El amor tiene muchos nombres y rostros, mi niño, pero nunca limitaciones. Me siento orgullosa de ti, ¿lo sabes? Por amar según lo que diga tú corazón y no lo que dicten los estereotipos" tomó su rostro y lo acaricio con cariño mientras lo observaba con una sonrisa.
"Te amo, mamá" susurró con un hilo de voz.
"Aw, mi pequeño bebé sentimental" se puso de puntitas y depositó un beso sobre su frente. "También te amo, cielo"
Aquel es uno de los recuerdos que atesora con tanto amor y que nunca va a olvidar, también el que impulso para que terminase una de sus primeras canciones que fue un regalo de cumpleaños para su madre quién con lágrimas en los ojos y un gran abrazo le transmitió toda su gratitud y amor.
MAMA, es el título y lleva consigo todo el agradecimiento, respeto y profunda adoración que tiene por su madre porque gracias a todos sus esfuerzos él se ha convertido en un buen chico y ha tenido una gran niñez y adolescencia, un día espera poder grabarla y añadirla a su primer disco.
"Así que el niño cara de moco invitó a nuestro Hoseokie a su casa y no tuvo la dignidad de venir a pedirme permiso" alguien refunfuñó desde el pasillo.
"Yeonjun, niño cascarrabias, deja de llamar al novio de Hoseok así" regañó su madre con autoridad.
"M-mamá, no es mí novio" dijo Hoseok con el rubor trepando a sus mejillas y tono apenado.
"Instinto materno" le guiñó un ojo y palmeó su mano con delicadeza. "Algo me dice que ese chico ha comenzado a sentir algo por ti e intentará decírtelo, presta atención a los pequeños detalles" le sonrió de forma cálida antes de levantarse y dejar un beso sobre su cabeza. "Iré a hacer la cena" les avisó a ambos y se retiró.
"Tú, pequeño diablillo" tomó a su hermano entre brazos y comenzó a hacerle cosquillas en la panza causando sus risas.
"¡Hyungie, basta!" Pedía interrumpido por la risa y varios minutos después lo soltó para que pudiese recobrar la respiración.
"Un pajarito me contó que estuviste jugando con Sana la última vez que fuiste al parque y con pajarito me refiero a mamá" le dijo con un tono entre bromista y picaron.
El niño se puso como un tomate bajando momentáneamente la mirada a sus pantuflas color azul con pequeños estampados de planetas.
"Sana es muy bonita" dijo en voz baja enterneciendo al mayor. "Me dió un besito justo aquí" señaló entonces su mejilla derecha.
"Oh, veo que tenemos a un galán en la familia" halago al más pequeño mientras jugaba con sus revoltosos cabellos.
"Sobre eso, tú galán aún debe ganarse mi confianza o no lo apruebo" sentenció cruzándose de brazos, viéndose (según él) cómo un niño grande, aunque para Hoseok seguía siendo un pequeño bebé.
"No es mí galán, pero aún así voy a decírselo, ahora ve a lavarte las manos que mamá nos llamará pronto, ¿hueles eso?" Ambos aspiraron el aroma y luego dijeron al unísono: "Bibimbap"
El infante salió corriendo por el pasillo rápidamente con emoción, aquel era el plato favorito de su hermanito y siempre se alegra mucho cuando tienen la oportunidad de prepararlo.
Hoseok se dejó caer en el sofá viendo directo hacía el techo, la conversación con su madre volvió a su mente y su corazón traicionero se agitó, ¿de verdad puede ser?
Quería no ilusionarse, pero no podía evitarlo, siempre ha sido un gran soñador y bueno, la esperanza es su mayor recurso. Deja salir un suspiro largo cerrando sus ojos un instante, entonces el rostro de Jungkook aparece en medio de la oscuridad, sonriendo para él con los ojitos brillantes.
¿Mencionó alguna vez lo mucho que le gustan sus ojos?, son tan bonitos, grandes y expresivos, Hoseok podría perderse en ellos por horas y horas sin intención de darle tregua. Jungkook tiene aquel don de transmitir tanta alegría y sólo con el brillo de sus ojos, es... es hermoso.
"De nuevo en las nubes, Seok" su padre palmeó su frente y luego se hechó a reír.
"Papá~" se quejó sobando la zona.
"Llorón. ¿Dónde está el amor de mí vida?" Y apenas terminó un "en la cocina" resonó.
"El deber me llama" le guiñó un ojo y fue directo a la habitación en dónde aguardaba su madre.
Hoseok se acerca a la puerta de la cocina y los ve compartir un tierno beso. Se ven tan bien juntos y sobretodo tan felices, ha presenciado la misma escena durante años y nunca se cansa. Sus padres tienen un amor tan puro e increíble que casi parece un cuento de hadas.
Un día, realmente le gustaría pasar por lo mismo.