Lily y James a través de los tiempos

Una boda no muy agradable

La noticia de nuestra boda se había rulado por todos lados, lo que nos trajo graves consecuencias como la boda improvisada de Petunia.

-No entiendo porqué debemos ir si nos odian.

-James llevamos teniendo esta conversación 2 meses- Resoplé arreglándole el nudo de la corbata -parece mentira que estuvieses 7 años usando corbata y aun no sepas hacer el nudo James.

-El primer día del curso lo hacía Remus y ya nunca volvía a deshacerla.

-Eres increíble Potter- Tiré suavemente de su corbata hasta que nuestros rostros se encontraron y por fin besé sus labios.

Las horas fueron pasando y tanto James como yo nos aparecimos en la iglesia donde se casarían mi hermana y la morsa.

-¡Lily cielo!- Mi madre se acercó tan rápido como sus tacones rojos le permitían y me abrazó.

-Hola mamá- Susurré esbozando una sonrisa.

-James, te queda muy bien el traje- Mi madre acarició las mejillas de James sin borrar su distintiva sonrisa.

-Muchas gracias Margaret- James se colocó las gafas con su dedo índice y pasó su brazo por encima de mis hombros.

Entramos a la iglesia y podría jurar que ninguno de los tres pudimos evitar no mirar hacia la familia de Vernon, literalmente todos eran enormes.

Nos sentamos en uno de los primeros bancos y de verdad que podía sentir como toda esa familia obesa posaba sus miradas en James y en mí, ¿acaso el imbécil de Vernon les había contado algo sobre nosotros y lo que éramos?

De pronto todo el mundo se puso en pie, lo que me indicaba que mi hermana ya estaría en la entrada de la iglesia. Vernon la miraba como si fuese comida, era repugnante y por otra parte...por Merlín ese vestido era horrible, parecía hecho por nuestra bisabuela Blanche.

En cuanto mi padre la dejó en el altar se sentó a nuestro lado y como dábamos por hecho, el resto de la boda fue completamente aburrida. Desde que fui a mi primera boda mágica ninguna muggle llegaba a ese listón.

El banquete también era completamente aburrido, Vernon comía con la boca abierta como un cerdo, al igual que sus padres quienes se reían de sus propios chistes.

-Y bueno Potter, ¿cuándo tenéis pensado casaros?-Vernon escupió un trozo de tarta con su última palabra.

-Lil's y yo habíamos pensado casarnos en la entrada de Junio, aunque aun estamos planificando muchas cosas.

-¿Ya tienes vestido?, con lo blancucha que eres te costará mucho encontrar uno que te quede bien- La hermana de Vernon era tan amable como él.

-No, de hecho ya tengo vestido- Sonreí cínicamente mientras sentía la mano de James apretar la mía.

-¿Ya estás embarazada no?- La pregunta de la hermana de la morsa, Marge, me había hecho atragantarme con mi propia saliva.

-¿Qué?, ¡por supuesto que no!

-No creo que esa pregunta sea muy oportuna- Inquirió mi padre.

-Es obvio que se casan por eso Thomas- Marge cada vez inquiría más en sus acusaciones y la cara de James se iba tornando a rojo.

-No te consiento que hables así de mi hija Marge- Mi madre apuntó a la morsa 2 con el dedo.

-Mamá, no puedes negar lo raro que es todo. De repente Lily la perfecta aparece con su novio y deciden casarse ya- Petunia sonrió mofándose.

-Lily no está embarazada y si nos vamos a casar es por amor, porque después de convivir durante siete años en Hogwarts, en la misma casa, después de ingeniármelas cada curso para coger las mismas clases que ella- James carraspeó y me miró- que por cierto maldito el día que decidiste escoger runas antiguas -devolvió la mirada Marge- después de rondarle durante 6 años para que se fijara en mi, me niego a pasar un día más alejado de ella.