•𝑵𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒅𝒂𝒅: 𝐌𝐢𝐥 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬•

12

Samuel

Entro y un golpe de calor choca con mi cuerpo.

Estoy puto tiritando del frío.

- Samuel?! No sabía q había llovido. Quítate rápido la ropa y ponte esto. En su voz noto mucha preocupación y eso me relaja.

Al segundo veo q me tira un pantalón corto de deporte y una camiseta antigua mía.

Mientras q me quito el pantalón la hablo.

- Seguías teniendo ropa mia?? Pregunto incrédulo.

- Pues si... como me fui de un día para otro pues no pude devolvértela.

Junto cuando me quito la sudadera, recuerdo el tatuaje en mis costillas y me dejo mi camiseta puesta.

- X q no te quitas la camiseta Samuel? Venga q vas a coger frio.

- Antes de quitármela quería darte un discurso...

- Después me lo das, ahora quítate la camiseta que puedes enfermar. Dice con tono serio.

Madre mía Carla que cabezota eres...

Me quito la camiseta rápido, pero antes de poder ponerme la otra se da cuenta de mi parche que tapa mi tatuaje.

- Que te ha ocurrido?? Con quien te has peleado Samuel!? Dice sería mientras se acerca a mi.

- Con nadie tranquila. X q crees eso? Me pongo rápidamente la camiseta intentando cambiar de tema.

- De verdad Samuel? Me vas a tomar x gilipollas? Tienes una gasa pegada en el costado. Así q quiero una explicación ahora mismo.

- Antes quiero pedirte perdón x haber sido un gilipollas, y decirte que solo tú tienes mi corazón.
Nadie cambiará tu lugar. Nadie. Yo solo soy tuyo, deje ha ese Samuel atrás cuando tú llegaste. Y ahora que te he dado el resumen de mi discurso que me he preparado mientras venía en la moto, puedes quitarme el parche.

Su enfado se ha esfumado después de escucharme, pero sé que sigue molesta conmigo.

Noto sus manos debajo de mis costillas y eso hace estragos en mi.

- Hazlo rápido x q si sigues así no me podré aguantar.

No se como pero con un solo roce de sus manos mi sangre me baja rápidamente a mi miembro y no quiero coño, no quiero estropear el momento.

Cuando ya me quita x completo la gasa.
Sus ojos empiezan a leer la frase.

Cuando termina pasa su mirada hacia mi y sonrió de medio lado.

- Perdóname.

Baja la mirada rápidamente y ese gesto me rompe de una manera indescriptible. Siento que no me va a perdonar, que se alejara como lo hizo en su momento y me volverá a romper el corazón.

Al instante Carla se abalanza hacia mí para abrazarme mientras algunas lágrimas se la escapaban.

- Claro que te perdono Samuel! No se como te puedo merecer de verdad.

Al instante sonrió y la abrazo más fuerte. Ese dolor en el pecho se me esfumó al segundo, la amo con locura, y siempre le amaré.
Se aparta del abrazo y me coge de mis mejillas para acercarme a ella.

- Te amo Samuel Garcia.

- Te amo Carla Rosón.

Y sellamos nuestras promesa con un beso, sin prisas, expresando el amor que sentimos el uno por el otro.