Inspiro el calor de mi café y las fosas nasales se calientan, enviando una sensación de placer a todo mi cuerpo. Necesito toneladas de café, cosas caliente. Una ducha hirviendo, un té caliente, calcetines dobles, una manta, una estufa... Me estremezco de solo pensarlo, por suerte Natalie eligió una cafetería con calefacción al máximo. La gente normal está a punto de ponerse en ropa interior y abanicarse entre ellos. Yo todavía tengo frío. La adrenalina del día ha causado estragos en mi cuerpo. Ha helado cada parte de mis huesos y mis músculos se encuentran temblando en este instante. No he dicho nada desde que llegamos al shopping y mucho menos cuando Natalie recorrió algunas tiendas. Lo bueno de tener a alguien como ella es que no hace falta hablar. Mi querida cuñada libera mil palabras por minuto sin pararse a respirar y hasta se contesta sus propias preguntas, pero sé que ahora quiere que hable yo, lo veo en su mirada.
—Entonces... —Así comienza cada intento por terminar con un momento incómodo y sé qué vendrá luego—. ¿Qué tenemos planeado para el cumpleaños de Nick? —Sé que está haciendo un esfuerzo para no preguntarme por qué su hermano y yo estábamos peleando. —Me encojo de hombros. No quiero decirle mi idea, la cual estuve planeando desde el momento en el que me dijo que se acercaba el cumpleaños de Nick. Ahora solo quiero acurrucarme en mi cama y dejar que ese día su familia y Isaac se lo lleven de la casa. Tal vez le organizen una cena en un restaurante y ese día fingiré malestar estomacal para no salir de mi habitación.
—Bueno, podemos hacer una mega fiesta de máscaras, suelo hacer una anual, generalmente para año nuevo... —comenta para rellenar el silencio en el que estoy sumergida. Soy como una nube gris que anuncia lluvia. No quiero festejar el cumpleaños de Nick, pienso bebiendo mi café—. Oh, podemos hacer un cóctel, bien sofisticado como ama mi madre —añade con demasiado entusiasmo en lanzar ideas para que responda algo. Pienso en lo que me dijo sobre Nick y las fiestas, luego en la idea que tenía para su cumpleaños... No quiero hacerlo, a Nick ni siquiera le importa.
—Podemos... —Aclaro la garganta, mi voz suena tan apagada y débil. Capto la atención de Natalie—. Podemos hacer una parrillada. —Ella bebe su café mientras me observa—. Un partido de béisbol, hace mucho que no hacemos partidos en la casa —murmuro encogiéndome de hombros. Mi idea era hacer un almuerzo familiar al aire libre y luego hacer un partido de béisbol para pasar el rato, los niños también participarán y nadie tendría que soportar una fiesta elegante o vestirse de etiqueta.
—¡Wow! Me encanta —comenta Natalie aceptando mi idea con la energía que a mí me escasea a montones. Asiento e intento sonreír—. Perfecto, entonces hay que comprar comida y... ¿Quieres que pidamos ropa para cada equipo? —Asiento mientras ella saca su pequeño anotador—. Excelente, pediremos de dos colores distintos. ¿Colores? —Me encojo de hombros—. Claramente azul un equipo y rojo otro. —Asiento y sigo bebiendo mi café. Ella no para de anotar y me saca una sonrisa verla tan entusiasmada. Las celebraciones en la familia Petrov al parecer son eventos bastante importantes. Recuerdo todos los preparativos para mi boda y como las tres mujeres del clan se entusiasmaron tanto que ni tiempo para respirar me daban. Sonrío con nostalgia cuando recuerdo mi boda y no puedo creer que haya pasado hace pocos meses, suena a que fue hace añares... Cuando mi padre todavía estaba con vida... Cuando estar enamorada de Nick ni siquiera era una posibilidad.
Cuando pasamos a la lista de invitados, dejo que ella y Dakota se encarguen de todo, realmente no sé de las amistades de Nick o a quién le gustaría tener en su cumpleaños. Solo le recuerdo que tiene que ser sorpresa y que a Sophie no se le escape nada porque no sabe mantener la boca cerrada cuando está entusiasmada, al igual que Dakota.
—Mi hermano es un idiota —comenta cuando estamos entrando a una tienda para ver qué podemos regalarle a Nick. La verdad es que no sé qué podría regalarle a alguien que con el solo chasquido de los dedos puede tener todo lo que quiere y aunque no quiera pensar en un regalo para él porque no se lo merece, no puedo evitarlo. Natalie es todo energía positiva y al parecer es cierto lo que decía siempre Delta: "si estás rodeada de pura energía positiva, tú también te convierte en energía buena". Natalie ha logrado lo que creí que no iba a poder lograr nadie en mucho tiempo, me saca sonrisas genuinas y me ha hecho olvidar de todos mis problemas. Siento cómo la toxicidad de mi cuerpo, aquella Dylan benigna que destruye todo, poco a poco va a dejando mi sistema.
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Mi problema es amarte #2 [EN EDICIÓN]
Roman d'amour[COMPLETA. Continúa en Mi problema para siempre] Dylan cree que todo lo malo ha acabado, pero entonces los problemas vuelven a tocar su puerta. La mafia todavía busca venganza y harán todo lo posible para verla sufrir, aunque hay algo más peligroso...