Capítulo 14

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Dimitri.

Salgo del insti y me dirijo directamente hacia la heladería, no suelo tomar mucho helado ni nada pero seguro me pida uno, si quiere que vengamos acá es por que quiere un helado, es lo más lógico.
John me avisó que Emilia no le dijo nada de que el chico que va de mejor amigo de John soy yo, y aunque me gustaría decírselo ahora para ver el lío que se podría armar no lo voy a hacer, por si le termino perjudicando la salida. Además la tengo que ir a buscar a su casa mañana, ahí sí que voy a disfrutar el ver su cara de sorpresa y cómo va a notar que me gusta que se ponga de malas, va a ser doblemente placentero. Quizá si le pueda sacar provecho a esta salida tonta.

- Hola, llegas tarde.
- Lo sé, me quedé hablando con Emilia. ¿La conoces?
- Yo conozco a todos.
- Lo que tú digas, me voy a pedir un helado, ¿quieres uno?
- Eh, está bien, de frutilla.
- Ahora vengo.

Empiezo a sacar las cosas para poder hacer este trabajo que es eterno, la misión que se propuso este profesor es desaprobar a todo el curso o matarlos de aburrimiento, no estoy muy seguro de cuál de las dos, pero me parecen válidas. Dejo el dinero en la mesa para cuando venga darle lo que costó mi helado.

- ¡Toma!
- Deje el dinero ahí en la mesa, agarralo.
- No es nada, esta vez invito yo.
- Nada de eso, agarra el dinero.
- ¿Es que por todo tienes que discutir? Yo invito, ¿O tu masculinidad frágil no te permite que una chica pague tu helado?
- No digas tonterías, ya te voy a pagar algo para estar a mano.
- No es necesario.
- Prefiero no deberle nada a nadie.
- Es un helado, no me debes un millón de dólares.
- Hagamos el trabajo mejor.
- Increíble que esas palabras salgan de ti.

La miro con cara de cómo además te animas a delirarme, o entro en confianza muy rápido o se piensa que puede tener cierto control de la situación, mañana va a ser una noche larga, retiro lo dicho anteriormente por que seguro que su cara de sorpresa y disgusto no va a equivaler para toda la salida.

Lucila.

Subo los pies sobre la mesa en la que tengo la computadora con algunas redes sociales abiertas, páginas y cámaras del local en el que estamos, me gusta tener todo controlado.

- Lucila, tenemos información sobre lo que pidió.
- Esto definitivamente mejora mi día y no sabes cuánto Mike. ¿Qué tienes?
- Pudimos averiguar bastante, no sé si no le importa, no se da cuenta o está muy descuidado.
- Al punto Mike.
- Ah si, bueno hoy salió del instituto como hace todos los días junto con John su amigo el nephilim y Drake el brujo.
- Si eso desde que tengo memoria, no cambian más.
- Está vez no se fue con ellos como de costumbre si no que se fue a la heladería del pueblo a encontrarse con una pelirroja que no habíamos visto antes. Estuvieron tomando un helado y hablando junto con unas hojas, parecía que hacían una tarea.
- ¿Una pelirroja? Además desde cuándo le interesa el insti.
- Si pero hay más.
- Pudimos pinchar el celular de John, el de Dimitri nos fue imposible, mañana van a ir al festival, John con una chica de rizos y Dimitri con la pelirroja.
- Eso sí que es realmente nuevo, Dimitri va a tener una cita, tanto que niega el entregarse a su lado oscuro.
- Por ahora es todo lo que tenemos pero mañana vamos a ir con Jerry para tenerlos vigilados.
- Perfecto, buen trabajo Mike.
- Gracias, señorita.
- Una cosa más, quiero saber absolutamente todo sobre esa pelirroja.
- ¿Quiere que hagamos algo más? ¿Qué se la traigamos?
- No, para nada, no intevergan a no ser que yo se los diga, ella tiene que hacer un trabajo que sin saberlo me está ayudando. Si llegara a ser un problema más adelante la eliminamos.
- Solo vigilamos entonces. Dentro de un rato le traemos la información.
- Si, solo informenme. Gracias!

Así que Dimitri, la pelirroja puede ser tu perdición y yo no la voy a desaprovechar, me lo estás sirviendo en bandeja y no te das ni cuenta.
Cuando realmente sepas lo que pasa, va a ser tarde, y te voy a tener para mí, como siempre debió ser.

Mi ángel caídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora