Capitulo 26

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Lucila

Estoy en mi cama durmiendo lo más tranquila hasta que empieza a sonar mi celular, cuando veo que es Mike solo espero que tenga una buena razón para despertarme a la madrugada arruinando mis horas de sueño.

- Mike.
- Señorita me parece que es el momento de intervenir.
- No, sabes que tiene que pasar todo antes.
- Es que Dimitri acaba de decirle que le gusta.
- Habrías empezado por ahí. ¿Dónde esta ella?
- En la casa de él.
- Ya estoy yendo con la camioneta pasó por ti y por Jerry, la vamos a interceptar en el camino.

Por lo menos fue por un buen motivo, y esta vez hicieron bien su trabajo, aunque no se bien como hicieron para escuchar la conversación. Empiezo a hacer memoria, y recuerdo, pincharon el celular de Lexa, al final no eran tan tontos.
Llegó al lugar donde me dijeron que los esperara.

- ¿Salió?
- No, pero está por salir.
- ¿Se besaron?
- Él se negó.
- Me imaginé por eso mismo, la vamos a llevar.
- ¿Al galpón?
- Por supuesto, la vamos a usar de cebo.

La veo salir un poco disgustada, es que sinceramente ni para sacarle un beso me sirvió, me hace intervenir no es que yo quiera pero me obliga.
La empezamos a seguir, en cuanto vemos que no hay nadie aceleramos, ella se da cuenta sale corriendo pero ellos son mucho más rápidos, para algo los tengo.

Lexa

Me vuelve a poner la capucha y me dicen que es para que no sepa dónde estoy.
No puedo creer que Lucila este atrás de esto, ¿Hace cuánto lo planearon? ¿Para qué me querrán?
Me sacan el celular para que no pueda comunicarme con nadie, se detiene la camioneta, me bajan y una vez adentro, me sientan en una silla a la vez que atan mis manos atrás de mi espalda para asegurarse de que no me escape, retiran mi capucha, puedo ver qué hay un galpón pero no tengo ni idea de dónde estoy.

- Lo siento, pero es que nada de esto habría sido necesario si tan solo te habrías esforzado más.
- ¿De qué estás hablando?
- Ah claro, de tu amor por Dimitri.
- ¿Qué tiene que ver eso?
- Tenías que besarlo era tan simple como eso, ahora hay que hacer todo por las malas.
- ¿Qué le vas a hacer? ¿Qué me vas a hacer?
- Mmm a él nada muy malo, aunque mejor que eso te lo cuente él y a ti, depende de si colaboras.

Se aleja de mí saca mi celular y ríe.

- Okay cielo, sé que es difícil pero sonríe.
- Pudrete.
- Te dije que sonrieras, ahora está foto se la tengo que mandar a Dimitri y no saliste muy bien. Una lastima.

Esperamos algo así como unos 15 minutos y mi celular comenzó a sonar.

- Mira que rapidez. ¿Quieres atenderlo?
- Pásamelo.
- Mejor atiendo yo.

Escucho como ella le dice cosas como cielo y cariño hasta que se aleja y no pude escuchar más nada. Solo veo como ríe disfrutando la situación, se empieza acercar.

- ¿Quieres hablar con ella? Si así me crees.
- Toma. - me dice mientras apoya el celular en mi oreja.
- Lexa ¿eres tú?
- Dimitri, ¿Qué está pasando? - Le digo mientras sin quererlo caen algunas lágrimas por mí cara.
- Cielo, lo siento tanto, te prometo que te voy a sacar de ahí.

Cuando le estoy por preguntar que iba a hacer Lucila me saca el celular y contesta ella.

- Cariño, eres tan dulce. Ya sabes dónde encontrarme, si es que la quieres viva.

Sin que él pueda decir algo más ella le corta, me mira y me sonríe.

- Tranquila que él va a venir.
- ¿Qué le vas a hacer?
- Deberías preocuparte más por qué es lo que te puedo hacer a ti si Dimitri no hace lo que le pido.
- ¿ Qué quieres de él?
- Esa es una respuesta fácil para responderte. Lo quiero para mí.
Verás, nos conocimos hace muchos años, y estamos destinados pero él no lo quiere ver así, lo cual hace todo mucho más difícil. La parte complicada se la dejo a él para que te la explique.
En cuanto se negó a ser alguien poderoso como debería serlo, se alejó de mí, me costó ubicarlo hasta que cometieron un error pero luego él cometió un error aún más grande, tú. Lo demás ya lo podrás descifrar, quiero creer que eres una chica inteligente.

Mi cabeza intentaba procesar toda la obsesión que sentía por él, quizá a este peligro es que se refería, a lo mejor cree que es el culpable cuando no lo es.

Mi ángel caídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora