-Dancing in the Stage-#2 Jun// A.C.E..[PAUSADA]

10

Entré al departamento y me dirigí al baño antes de que alguien pudiera decir o preguntar algo.

Solo quería llegar a mi antigua casa con mi madre, ir directo a su habitación y abrazarla mientras lloraba hasta quedar completamente dormida en sus brazos, tal y como lo hacía de pequeña cuando solía tener pesadillas a causa de una rama golpeando mi ventana.

Sumida en la desesperación, abrí la llave de la bañera y sin importar que el agua estuviese helada, me metí una vez me hube quitado la ropa, no podía entender cómo es que permití que todo esto pasara, se suponía que cumplir un sueño sería la mejor cosa que podría pasarle a alguien, en verdad no podía entender cómo la gente se aprovechaba de mentes jóvenes, llenas de ilusión y esperanza para solo cumplir perversas fantasías que se encargaban de destrozar un alma soñadora e inocente.

Permanecí al menos una hora dentro del baño hasta que la vejiga de Sunhee decidió que quería expulsar el escaso líquido que pudiese existir en ese pequeño cuerpo. Tomé la bata y me la puse sin mucha emoción o algún tipo de incentivo. A partir de ese momento, supe que el tiempo en casa era mi momento favorito del día, ya no más sala de ensayo, no más estudios de grabación, no más escenarios, no más empresa ni manager, ni CEO, ni nada. Solo casa, la palabra hogar se había convertido en sinónimo de paz, felicidad y calma, allí podía estar a salvo.

Subí la litera y me senté sobre el tumulto de ropa, libros y maquillaje que ya eran casi parte del colchón.
Las lágrimas no tardaron en aparecer y lo peor era que no estaba sola en la habitación, ni siquiera las chicas se habían dormido pero tampoco decían nada, ellas también tenían sus propios problemas, cada quien debía tener una historia que sinceramente era casi imposible involucrarnos en las de todas porque el tiempo jugaba un papel importante y lastimosamente, no había mucho de eso aquí. Eso era lo que todas teníamos en común... La vida se nos estaba yendo rápido sinembargo, en los momentos de más dolor, había algo que causaba que todo fuese en cámara lenta y que por alguna razón no podía alterarse tanto como hubiéramos querido.

—Sann —susurro Sukko desde el otro lado del cuarto

Preferí no contestar y solo hacer a un lado las cosas  que estaban sobre la cama y meterme dentro de las cobijas, cerré los ojos tan fuerte que un fuerte dolor en ellos comenzó a surgir y aunque no era nada nuevo, unas cuantas lágrimas salieron de ellos.
Solo quería terminar con todo esto.

Me preguntaba sí Junhee alguna vez pasó por algo similar, supongo que si... Eran las consecuencias de nuestras decisiones. A veces quisiera regresar al día en que nos vimos en el muelle por primera vez o cuando bailamos juntos a media noche o aquél día cuando nos dimos nuestro primer beso debajo de su cama, esos momentos en los que sabíamos perfectamente que era lo queríamos hacer, sabíamos nuestros objetivos y el rendirnos no era ninguna opción o algo que se le parezca... Estábamos tan llenos de esperanza que nunca vimos el otro lado de la moneda.

Solo esperaba que él pudiera estar bien y que nunca pasara por la misma situación que yo, no podía imaginar que  alguien quisiera hacerle daño a un chico como Junhee, inocente, puro y lleno de amor.. sentía la necesidad de protegerlo pero al mismo tiempo ser protegida por él.

De inmediato bajé de la litera y tomé el celular, salí de la habitación y me dirigí a la terraza, no era muy tarde, de seguro Junhee debía estar despierto, en verdad esperaba que sí lo estuviera.

El teléfono sonó por un largo rato antes de que su voz retumbara en mis oídos, haciendo humedecer mis ojos aún más que antes.

—¿hola? —su voz sonaba un poco cansada
— Junhee —dije por lo bajo, casi en un tono inaudible
—Sann... ¿Qué.. necesitas?
—te extraño —solté un pequeño sollozo, de manera rápida cubrí mi boca para evitar que unos cuantos sollozos más lograran salir de mi boca
—yo... No sé... Yo... También — estaba nervioso, sonreí al imaginar cómo sería está conversación si nos tuviéramos frente a frente, seguramente el evitaría mi mirada y estaría jugando con su pelo en la parte trasera del cuello.