Almien II. Raíces del Espacio 🌌 (KaiSoo)

12. Energía 👽

¿Hermana no escuchas?
No quiero enamorarme de alguien que miente
Y puedo oírlo susurrar, acerca de las cosas que hiciste
Es una hermosa noche para abandonar a tu amante
Él brilla como diamantes
Y antes de que supieses, no pudiste darte la vuelta
Ojos indefensos y llenos de preguntas
Y sé que te quieres ir de aquí
Pero tienes que sacarlo de tu mente
Yo no voy a huir
No como un renegado.
Roba mi corazón hasta que duela
Róbate mi corazón, oh Dios.

Renegade, Dylan LeBlanc

🌌

La semana en la oficina ya acababa, y JongIn con desesperación, ansiaba el sábado y domingo para dormir hasta tarde. Sin embargo, minutos antes de finalizar su horario laboral, el contador Hong le advirtió que terminase con todos sus papeleos y dejase su oficina impecable. Según rumores del gerente de recursos humanos, el nuevo director de BuildingUs iba a estar rondando el piso después de que todos los empleados se fuesen. JongIn se sorprendió ante la noticia, pero no dudó en apresurarse al hacer los trámites restantes en el banco y llevar documentos pendientes a otra oficina cercana.

No quería que se le hiciese tarde y recibir un regaño de KyungSoo, ni tampoco ser el último en la oficina y encontrarse con el futuro director mientras él continuaba con su trabajo atrasado. Aunque, quizá eso podría ser un beneficio: ser visto como el más trabajador y destacar, o para mal, también podría convertirlo en el mártir de la oficina; entonces acabaría siendo al que le encargasen más trabajo del que ya hacía. Y claro que no iba a quedarse con la carga del resto, sus horas extra ni siquiera eran bien remuneradas.

Así que hizo caso al contador Hong y se fue temprano, lo que más quería era llegar a casa y mirar junto a Kaori: Harry Potter y el Cáliz de Fuego. La maratón lo tenía muy emocionado, hacía tiempo que no veía las películas. KyungSoo prefería ver los estrenos del momento que seguir repitiendo la misma condenada saga de hacía veinte años, por lo que hallarlo el día anterior mirando “El Prisionero de Azkaban” con Kaori, era una gran traición de parte de ambos.

JongIn apenas estaba llegando a casa, cuando vio el rostro molesto asomarse a la ventana. Sí, se le había hecho un poco tarde por la gente amontonada en el banco, y ni siquiera llegó a abrir la puerta, cuando KyungSoo se detuvo a darle un rápido beso y retarlo: «¡Voy a perder el bus por tu culpa, tardón!» y corrió como si se lo llevase el viento. JongIn formó un puchero, sentía la tardanza, pero no había sido su culpa. Al entrar a casa, Kaori se lanzó a abrazarle en recibimiento.

—¡Fufu JongIn!

—Qué hay princesita —acarició su cabeza con cariño.

Kaori alzó la mirada brillando como un par de soles.

—¿Me dijiste princesita?

—Sí —sonrió—. ¿Por qué?

—Nadie había dicho antes princesita a Kaori.

—Bueno, ahora lo eres.

—¿¡Entonces vamos a hacer lo que yo diga!? —festejó.

—¿Qué? No, no es eso a lo que me refería —cabeceó de inmediato.

—¡Quiero ir al parque, estoy aburrida aquí dentro!

—El domingo saldremos con KyungSoo, todos juntos —intentó apaciguarla.

—¡Pero princesa Kaori quiere salir hoy!

—Uhm... —le observó serio—. Te estás portando caprichosa.

—¡Y Fufu JongIn aburrido!

—¡Apenas llego de trabajar!

—Bien, descansa —sonrió con calma y luego le observó fulminante— . Y luego vamos al parque.