10. Novedades 👽

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Ya no dudes más, muévete
No hay tiempo, tu futuro depende de tu imaginación
Deshazte del miedo, puedes hacerlo
Tienes todas las respuestas
Solías soñar incluso despierto
Espero que no lo olvides
Así que hoy juntos, divirtámonos
Como si fuésemos uno, siéntelo
Así que subamos el volumen
Tenemos el poder
Cuando me veas, cuando sintamos el corazón del otro
Nos volveremos más fuertes
¡Sube la música ya!

Power, EXO


🌌



Cuando JongIn entró a la casa ese día, se llevó con una inusual sorpresa. KyungSoo y Kaori estaban tirados en el sillón mirando el celular con atención. KyungSoo sentado con el celular a la altura de sus rodillas, y Kaori acostada panza abajo, metiendo la cabeza debajo de su brazo para mirar la pantalla. La escena se le había hecho muy tierna, no sabía qué habría sucedido para que ambos acabasen tan cercanos, pero fuese lo que fuese lo agradecía.

Sin embargo, su felicidad se esfumó en un segundo cuando oyó las voces de lo que parecía ser una película. Recordaba perfectamente cómo sonaban Harry, Hermione y Ron, pero sobre todo se destacó la desesperación de Sirius Black hablando con Harry. Entonces en JongIn se desató la congoja, su rostro de decepción fue inaudito. Se acercó al umbral de la sala y se llevó la mano al pecho.

—¿Qué es esta traición?

KyungSoo y Kaori levantaron la visita en conjunto sin comprender nada. El gran gesto de decepción de JongIn parecía el drama del siglo.

—¡Están viendo Harry Potter y el Prisionero de Azkaban sin mi!

—¿Y? —objetó KyungSoo—. Ya la viste como treinta veces.

—¡Pero era mi momento con Kaori! —la miró con ojos desorbitados—. ¡Kaori, me engañaste!

—¿Con qué?

—Ah, olvídalo —exhaló, girándose con indignación.

—Ya deja de hacer drama, todavía queda como media película —KyungSoo se levantó de su lugar, avanzó hacia él y le cacheteó con suavidad. JongIn frunció sus labios a la espera de un beso que nunca llegó, y KyungSoo rio—. Te encargo la comida, haz algo rico, ¿sí? —siguió de largo hasta el recibidor y se agachó para calzarse.

Pero cuando se levantó, listo para marcharse, la mano de JongIn se impuso sobre la puerta. KyungSoo no tenía ganas de pelear o discutir, no le había dicho nada malo; sólo quería llegar temprano al trabajo. Se giró dispuesto a increparlo, pero la molestia desapareció instantáneamente al ver que JongIn formaba una morisqueta pedigüeña, seduciéndole por completo.

—Dame un besito.

KyungSoo aprovechó que Kaori no estaba mirándoles, llevó sus manos al cuello para atraerlo, y unió sus labios en un beso intenso y cálido. JongIn también le imitó, pero tomándole las mejillas, y al finalizar, sonrió.

—Qué sensual, KyungSoo.

—Sí, pórtense bien —advirtió al abrir la puerta.

—¿Pórtense?

—Sí, últimamente andas muy niñito —bromeó y cerró.

JongIn, ligeramente boquiabierto ante su declaración, se quedó pensativo. No sé hubiese imaginado que estaba comportándose de ese modo, pero si iban a términos exactos, los dos estaban pecando por igual en infantilidad. Por su parte, JongIn sabía que se debía a la emoción de tener a Kaori en casa, y en KyungSoo, era del enfado por que ella estuviese allí. No obstante, con la familiaridad vista esa tarde, supo que las cosas cambiarían poco a poco. Quizá le había valido a Kaori una traición de sus tardes de películas, pero si eso era suficiente para que KyungSoo fuese un poco más blandito y menos reacio a la idea de ser padre; entonces estaba conforme.

Almien II. Raíces del Espacio 🌌 (KaiSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora