Tienes la voluntad de un salvaje pájaro
Tienes la fe de un niño
Antes de que el mundo lo atrape
Tienes ese tipo de amor...
Ese tipo de amor...
Tienes el alma de un camión
En un recorrido de larga distancia
Tienes la gracia de una tormenta
En medio del desierto
Tienes ese tipo de amor...
No puedo hacer esto solo
Te necesitamos en casa
Aún hay mucho por ver
Sabemos que eres fuerte.Some Kind of Love, The Killers
En la mañana del miércoles, KyungSoo despertó más temprano que de costumbre. La lluvia finita repicaba en el exterior contra la chatarra de los vecinos, y lejos de molestarle, era agradable para sus oídos. Lo relajaba. Además, estando tapado en su cama, la comodidad era innegable. Sin embargo, cuando abrió los ojos, la claridad de la ventana lo desveló por completo y ya no pudo volver a dormirse. Había tenido un descanso profundo. Una rebosante energía, le exigía levantarse y preparar el desayuno, porque su estómago, ya crujía del hambre.
Al girarse, se encontró con Kaori acurrucada y de espaldas. Todavía era extraño verla dormir con los ojos abiertos, pero cuando expulsaba un ronquido, o un gas de modo inconsciente, sabía que estaba en la novena nube. De repente, un aura luminosa llamó su atención, el edredón brillaba. Se inclinó a ver de dónde provenía, y notó que Kaori abrazaba con posesión su pequeño frasco. Desde el primer día, que no volvía a encenderse con igual intensidad. Parecía como si algo estuviese creándose en su interior.
Decidió no despertarla, le preguntaría más tarde, fuese lo que fuese, ella ya debía saber de qué se trataba. Mejor, guardaría la energía para el resto del día. Ya se imaginaba a BaekHyun contándole de la A a la Z, su cita con YiXing. Tampoco iba a fingir que no le interesaba el chisme. Estaba intrigado por saber cómo había resultado aquella noche para su querido amigo gerente. Así como también, ansiaba volver a telefonear a SeHun por la noche, y averiguar qué estaba pasando con él. Le había mandado mensajes y no respondía, le había llamado durante esa mañana, pero le cortaba. Si por la noche no respondía, KyungSoo juraba que tarde o temprano, acabaría yendo a su departamento.
¿Qué mierda se creían los Almien? ¿Que podían llegar un día, lanzar un montón de revelaciones y dejarles así sin más respuestas, flotando en el vacío como si la gravedad no existiese? Porque no era así. Estaban en la Tierra, y KyungSoo era un humano. Uno tan común, lleno de dudas y cuestiones, que no podía permitir que SeHun, su mejor amigo, se borrase de un día para otro. No cuando los dos únicos Almien que conocía, ya los estaban condenando a una misión de la cuál no sabían absolutamente nada.
A las doce del mediodía, KyungSoo, preocupado, fue a mirar a Kaori. Aún no despertaba. Seguía durmiendo con profundidad y en la misma posición, con su frasco en brazos, cual osito de peluche. No estaba seguro de cuántas horas de sueño eran normales para un Almien, pero en comparación de los últimos días, había bastante diferencia. De todas formas, le dio una pequeña palmadita en el hombro y tocó su frente. Kaori estaba más fría de lo normal, y al notar que no se movía, se alarmó y comenzó a sacudir su brazo un poco más.
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Almien II. Raíces del Espacio 🌌 (KaiSoo)
Fanfic«Esta historia es la continuación de "Almien: Fuera de Órbita"» 🌱 Probablemente si le hubiesen dicho a Do KyungSoo y Kim JongIn que iban a tener una hija, ninguno de los dos lo hubiese creído; sin embargo, allí estaba esa niña, demasiado lista para...