-Tori, ¿Por qué crees que te dije que viniésemos a buscarlo antes? – me pregunto Taylor, con un leve tic en el ojo izquierdo.
Habíamos venido a buscar a Ritsu y a Liam a su salón, pero nos enteramos que ninguno de los dos estaba, según lo que nos contaron unos chicos, Liam había salido a buscar a un maestro ¿Para qué? Eso es lo que me encantaría saber, pero en cuanto Ritsu, nos contaron que había salido a caminar con la chica nueva, y por ello ahora Taylor emitía un aura no muy tranquilizadora.
-Taylor, teníamos trabajo que hacer, además no creo que una chica se lo fuese a violar – le dije viendo cómo, su tic se detenía, para después tomarme por sorpresa de los hombros y empezar a sacudirme.
-¡Esa chica se violara a mi niño! – grito en modo histérico Taylor, al tiempo que llamaba la atención de los pocos estudiantes que rondaban los pasillos, como si ya de por si no llamásemos la atención.
-Taylor, por dios no seas ridículo no creo que una chica se fuese a violar a un chico, y ni mucho menos a alguien como Ritsu – dije analizando a las personas que se encontraban a nuestro alrededor, ¿Por qué siento que alguien nos observa? Bueno que de por sí, ya nos observan por algo, pero esta sensación no es para nada tranquilizadora.
-¿Qué intentas decir? – Cuestiono Taylor, en susurro al tiempo que achicaba los ojos, la sensación que provocaba no era otra más que la de un convicto condenado a sentencia de muerte - ¿Tratas de decir que Ritsu no es para nada violable? – Gracias a dios que lo dijo en susurro, si lo llegase a gritar, el instituto sería una rebelión.
Pero, aunque lo haiga susurrado eso no quita el hecho de que lo allá dicho con toda hostilidad, ¿Cómo unas simples palabras pueden poner a alguien tan enojado?
-T-Taylor c-cálmate… Solo digo que nadie le podría hacer nada a Ritsu, pues este, por alguna razón parece emitir un aura de “Soy propiedad de Taylor” y claro que así dudo que alguien le quisiese hacer algo – dije nervioso, al tiempo que me alejaba, disimuladamente, unos pasos, esperando posibles reacciones de Taylor.
Segundos, minutos, habían pasado, desde que dije esas simples palabras, y Taylor seguía en shock, parado a la mitad del pasillo con la mirada clavada en la nada, la boca levemente abierta, sin emitir sonido ni movimiento alguno, lo más que se percibía, y levemente, es el sube y baja de su abdomen al respirar, si no fuese por eso diría que Taylor había muerto.
-Yo estaría igual si alguien me dijese que Tori tiene un aura de “Propiedad de William” – susurro una voz directamente en mi oído, lo cual causo que me estremeciera de cabeza a los pies.
-¿Liam? – Suspire sonriendo levemente - ¿Cómo…? ¿Cuánto…? ¿Qué…? ¿Cuándo…? ¿Por qué…? - estaba tan nervioso que no podía completar siquiera una pregunta, sentía mi cara caliente, y eso solo podía significar una cosa, estaba experimentando las tonalidades posibles del rojo.
Sin esperar demasiado tiempo, Liam posiciona sus manos en mis mejillas, y eleva mi rostro, nuestras miradas se encontraron, sus ojos se achicaron levemente al tiempo que sonreía, poco a poco sus rostro se fue acercando, sentía su aliento levemente caliente chocar contra mi cara, instintivamente cerré los ojos, al tiempo que sentí sus labios sobre los míos, de manera dulce movía sus labios sobre los míos, mordió levemente mi labio, como una petición silenciosa de que los abriera, y eso hice, los abrí lo suficiente como para que su lengua se colara en mi cavidad bocal, y buscaba mi lengua, al momento que la encontró empezó una mini guerra entre ellas, Liam sabia a menta.
-Si ustedes de románticos y yo sin mi niño – dijo una voz, sacándonos de nuestro ensimismamiento de manera algo brusca a Liam y a mí, no permití siquiera que Liam se separara por sí solo, sino que lo empuje, al tiempo que ni el tubo tiempo de analizar lo que estaba pasando.
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Enamorado del Popular (Yaoi)
Подростковая литератураEl nombre sonara el típico cliché del nerd que se enamora del mas popular del instituto... Pero eso no es así esta historia tiene su toque único... Un chico perseguido desde su infancia por el asesino de su madre... Dos chicos populares, que aran...