CAPITULO 5

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EDITADO

Lorena

Los disparos siguen sin cesar.

No puedo creerlo, la pierna me duele como la mierda, pero lo ignoro. Disparo sin cesar, así como mi madre me enseñó.

Por otro lado, me tiene preocupada mi madre ya que nunca recibí una llamada por parte de ella. Ayer me colgó y desde entonces no he sabido nada. Nunca ha dejado de ser sobreprotectora conmigo hasta ayer y hoy.

¿Qué habrá sucedido?

Suspiro, observo que atrás de Eros hay un hombre que le apunta, gruño por lo debajo, disparo al hombre y Eros me mira asombrado.

— Iba a dispararte — me excuso encogiéndome los hombros. El suspira.

Ni siquiera me da un gracias por salvarme.

Horas después...

El tiroteo ha terminado y para nuestra suerte no hubo heridos, solamente yo. Me acuesto y observo que mi herida de bala está peor que antes. Hago mi curación como es debido, pero no es suficiente.

Maldigo al escuchar que tocan la puerta muchas veces porque no puedo moverme ahora ya que me estoy cosiendo mi herida de bala.

— Pase — grito y entra Eros.

— No es nada, me estoy haciendo la curación nada más— explico. Se acerca hasta mí y agarra el equipo de primeros auxilios que tengo en mi mano, cura despacio mis heridas.

¿Esta es su forma de agradecerme por salvarle la vida?

El silencio se hace presente por unos segundos hasta que Eros decide romperlo.

— Lo siento tanto — es lo único que dice y me acomodo en la silla para estar más cómoda.

— ¿Porque lo sientes? — pregunto confundida.

— Porque todo tiene que ser diferente, yo tendría que estar en tu lugar. Prometí a Santiago que iba a cuidarte, sin embargo, estás acá el primer día de tu estadía — menciona y bufo rodando los ojos.

El no puede culparse por lo que acaba de pasar en el Club. No es culpa de él que estemos en esta situación.

— No me digas nada más, suele pasar — interrumpo sus palabras y el así lo hizo.

Besar esos labios es lo único que quiero, pero tengo que estar concentrada en los movimientos que está haciendo.

Dios, dame una mente sana.

Observo al presidente del Club de arriba abajo y muerdo mis labios, debo admitir que el cuerpo de Eros es de infarto, tengo que pensar en algo más o me dará un ataque enseguida.

— Ya está— me avisa para volver a la realidad.

Muerdo mis labios de nuevo, miro mi herida luego levanto mi vista de nuevo para verlo, el está recogiendo todo lo que usó del botiquín, se aleja para encaminarse hasta el baño.

— Gracias — agradezco cuando lo veo de nuevo.

— Trata de no mover por lo menos una semana — me indica y asiento con la cabeza.

Eros

Me estoy volviendo loco con Lorena, debo admitir que se nota que entre nosotros hay mucha conexión sexual, pero es hija de mi prospecto y mi amigo. No puedo tener sexo u otro tipo de relación, le prometí a ella que no lo haría hasta que regrese, pero han pasado cuatro años de su partida, de que se fue de mi vida.

Salgo de la habitación cuando curo las heridas de Lorena, una mujer con todas las letras, me sorprendió como sabe utilizar el arma de fuego, nunca vi a una mujer hacerlo.

Carajo. Hizo que me ponga duro. Necesito una ducha fría.

Minutos más tarde...

Después de esa ducha fría, salgo de mi habitación sin antes ponerme mi chaleco, camino hasta las escaleras y bajo hasta el bar, me tomo unas cuantas copas.

No dejo de pensar la mirada sonrojada de Lorena, me imagino como sería si la tengo abajo mío, gimiendo mi puto nombre.

Mis pensamientos son interrumpidos al oír que me llaman, hace que me ponga totalmente de malhumor.

— Eros — me llaman, doy la vuelta mi mirada y observo a Kal con su vieja dama.

— ¿Qué pasa hombre? - pregunto irritado.

— Ha llegado una chica frente a nuestro Club, exige hablar con Lorena y contigo. Está en la oficina — anuncia y gruño.

Hoy es el día donde tienen que molestarme todo el tiempo ¿Ahora quien será?

Me levanto de la barra con mala gana, me voy hasta la oficina, pero antes me doy la vuelta para dirigir mi mirada a mi VP.

— Avisa a Lorena — es lo único que digo serio antes de entrar a mi oficina. Entro a mi oficina y mi furia entra en mi sistema, la mujer que prometió algo que no ha cumplido hasta ahora. Abro mis ojos con asombro y me quedo en shock.

¿Por qué se atreve a aparecer ahora?

— ¿Robin? — cuestiona con confusión Lorena mientras entra

Carajo. Se conocen las dos.

Amiga, tenemos que hablar - dice.

— ¿Qué sucede? — interroga Lorena.

— Es sobre tu madre — comenta Robin, escucho que Lorena traga nerviosa

— ¿Qué paso con mi mama? Ella no me ha llamado todavía — habla preocupada. Robin se mantiene callada por unos segundos y suspira.

— Ella fue secuestrada — anuncia con voz entrecortada Robin y me mira fijamente, apartó su mirada. Observo que Lorena está sentada en el sillón con un rostro serio.

— Eso no es todo, el Club Satans Kings también te busca a ti. — informa.

Carajo, la familia más peligrosa de todo el mundo. Busca a Lorena

¿Qué mierda hizo la madre de esta chica?

Eres mia (#6 Mc de Demons Kings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora