CAPITULO EDITADO
Eros
Las palabras de Lorena resonaron en mi mente No me hace falta un puto chaleco para saber a quién pertenezco, ella sería mía de alguna forma, estamos Jared y yo estamos en fuera de la fábrica, hay hombres vigilando toda la zona. Estoy preparado para partir la cara al Josh este cuando de la señal Lorena.
Por otro lado, Valían se ofreció a llevar a la madre de Lorena en el hospital, está horrible por los golpes que le causaron los hombres de Josh. Nos informarán de cualquier inconveniente.
Estoy angustiado, nunca en mi vida para ser claros, sentí tanta angustia o me preocupaba por una mujer.
Escuchamos disparos, dos para ser exactos y las alertas se hicieron presentes enseguida, comencé a correr hasta llegar al lugar, encontré a mi Lorena en sujetando sus manos y quejándose de dolor también observé que Josh estaba tirado en el suelo con un charco de sangre.
Mi mujer es fuerte, ella superará esto como siempre lo hace.
— Eros — se queja mi mujer lo cual hace que salga de mi transe y me aproximo hasta ella, sonríe débilmente trata de cerrar sus ojos, presiono su herida para que el sangrado se detenga.
— No te atrevas a cerrar tus ojos — advierto con un tono entrecortado.
Ella no me puede dejar, no ahora.
— ¿O, sino que? Tengo sueño — dice, me reta y se queja del dolor, presiona más su herida.
— Eres mía cariño, no te libraras fácilmente de mí — susurro en su oído
— Lo sé, llévame al hospital para que me quiten esta mierda — gruñe enojada y asiento rápido, le levanto al estilo princesa.
— Joder, pesas mucho — me quejo en burla, bufa.
— Idiota — se enoja.
Amo hacerla enojar, es mi pasatiempo preferido.
Llegamos a mi camioneta, tiro las llaves a Jared para que maneje.
— Vamos al hospital más cercano – ordeno y asiente. Nos quedamos en total silencio, vigilo a Lorena para que no cierre los ojos.
Minutos más tarde, nos encontramos en el hospital, las enfermeras y doctores atienden a Lorena, siento que Jared palmea mi hombro.
— Ella es fuerte, no pasará nada — habla Jared para tranquilizarme.
— Lo sé — admito.
No puedes dejarme Lorena. Me niego a que me abandones.
Horas más tarde...
Pasaron cuatro horas de lo sucedido, no sabemos nada de Lorena y eso me aterra. Valían llamo hace dos horas dándome noticias de Laura, está bien ahora mismo se están yendo directo al Club por orden mía.
Escucho pasos de las personas que caminan por los pasillos, personas hablando y algunas riendo. Escucho a alguien aclarar la garganta, levanto mi vista y me encuentro con un hombre con bata blanca al parecer es un doctor.
¿Un hombre atendió a mi mujer?
— ¿Familiares de la señorita Dorsell? — pregunta con una sonrisa el doctor.
Ya me tiene irritado, genial.
— Soy su esposo ¿ella está bien? — miento, ignoro la mirada asombrada de Jared.
— Su esposa está bien, la cirugía resultó bien extrajimos dos balas; uno en la rodilla y otro en la costilla. Está sedada por el medicamento que le hemos suministrado, se quedará un día para ver el proceso de curación — informa y explica, los dos asentimos atentamente por las indicaciones del doctor.
— ¿Puedo pasar a verla? — pregunto.
— Puedes hacerlo por unos minutos. Con permiso, me retiro — dice el doctor desapareciendo de nuestra vista.
Lorena no saldrá de esa habitación, eso es todo, aunque ella quiera. Dirijo mi mirada hacia Jared.
— Me quedaré con ella, tu anda al club, te necesito ahí. Vigila a la mamá de Lorena, no me fío de esa mujer — ordeno a Jared, asiente.
Minutos más tarde...
Entro a la habitación de Lorena, por alguna razón que no puedo probar me siento mal porque está con un yeso en la rodilla, miro que unos cables están conectados a ella.
Me acerco a ella y acaricio su frente, me pongo a llorar.
joder me estoy convirtiendo en marica. No pude protegerte. Rompí mi promesa.
— Pequeña tienes que despertar y recuperarte, acuérdate de que serás mía. Tengo que probar que lo que siento por mí, no es mentira — hablo.
— Deja de ser marica y cursi, por dios — habla Lorena con los ojos cerrados. Me sobresalto y pongo mi mano en mi pecho.
— Te asusté — se burla.
— El doctor dijo... — interrumpe.
— Le dije o le amenacé que te diga esas cosas, estoy perfecta idiota, pero tendré que usar el yeso una semana también tengo que hacerme la curación dos veces a la semana — explica.
Sabía que esto pasaría, es decir, es Lorena la mujer que siempre me vuelve loco y me asusta con sus absurdas bromas.
— Eros, ven acércate, necesito hacer algo — ordena, pero yo le fulmino con la mirada.
Sabe que odio que me dé órdenes, pero ya que, es la mujer que haré mi vieja dama así que le haré caso.
— Sólo ven — dice con cansancio. Me acerco a ella, me indica más hasta quedarnos frente a frente, mira mis labios sin darme cuenta, ella junta nuestros labios.
Joder. Me volverá loco definitivamente.
Necesito una ducha muy fría.
Horas más tarde...
Lorena se anda quejando por todo.
Ella quiere su alta para podes estar con su madre, pero el doctor se niega a hacerlo, le trato de amenazar, pero intervine y ahora ella está enojada conmigo.
— Tienes que entender que solo estás haciendo tu trabajo, Lorena. No puedes irte así nomás, recién hoy te operaron. Tienes que tener un poco de paciencia — expreso y ella bufa, se concentra en mirar la televisión, ruedo los ojos.
Que niña más terca, por Dios.
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Eres mia (#6 Mc de Demons Kings)
AcciónLorena Dorsell nunca supo que tenía ochos hermanos hasta que por cosas de la vida tenía irse a vivir con su padre que es un prospecto del Club Demons Kings, el nunca por la casa por los mandados que el nuevo presidente, según el rumor es más despiad...