CAPITULO EDITADO
Eros
Una semana después...
Dios, esta mujer me volverá loco.
Recién ha pasado una semana en que ella está en cama, es más terca que una mula andante. No deja de moverse, no hace caso a las indicaciones medicas desde que está en la casa club. Según el medico ella debía reposar por lo menos una semana para que su rodilla esté complemente sana.
Lo que más me desesperaba era salir del Club para resolver unos asuntos. Mis prospectos me contaban que ella se levantaba y se paseaba por todos lados.
Estoy muy seriamente en atarle en la cama. Es una buena opción, aunque me acuerdo que un día le encerré con llave y con su sujetador de pelo pudo abrir la puerta. Si hizo eso con el sujetador, me imagino que también hará eso con las esposas.
Por otro lado, la madre de Becka ha estado vigilada por Jared, todos los días me dan un informe de todo lo que ha sucedido, o ha pasado nada fuera de lo común y eso me mantiene tranquilo, ella se ha recuperado rápido.
Esper que se mantenga así.
En cuanto a mi hermana Trisha habla conmigo todos los días, ha pasado tres semanas desde que se fue y la extraño mucho. Mi ex cuñado esta destruido, a veces quiero decirle que se vaya junto a mi hermana, pero hice una promesa a mi hermana y tengo que cumplir.
Mis pensamientos son interrumpidos al sentir un golpe en el brazo. Gruño por ello y fulmino a mi mujer por ello.
— ¿Eros, me estas escuchando? — pregunta enojada Lorena.
¿Qué dijo? ¿Por qué siempre se tiene que enojar por todo? No hice nada malo que yo sepa. No entiendo a las mujeres y menos a Lorena siento que tiene bipolaridad por sus cambios constantes.
¿Qué pasa? ¿Por qué me pegaste, Lorena? Sabes muy bien que no me gusta que seas así — pregunto irritado y cansado. Bufa, cruza sus brazos y mira hacia otro lado mientras muerde sus labios por la vergüenza.
— Necesito toallitas higiénicas — susurra rápido para que nadie escuche.
No le escuché bien, parece que piensa que tengo un oído super afinado.
— ¿Que? — repito y rueda los ojos.
— Necesito toallas higiénicas — no logro entender lo que había dicho, iba a decir de nuevo, pero ella se adelanta.
— Carajo, Eros anda a comprar una toalla higiénica, Andrés me vino a visitar — gruñe enojada.
¿Andrés, quien es y quiere de mi mujer?
— ¿Quién puta es Andrés? — gruño enojado levantándome de la cama. Ella se comienza a reír a carcajadas.
No entiendo ninguna mierda, se está burlando, no lo puedo creer. Acaso es simpático que venga otro hombre en mi club. Ella está muy equivocada si entrará ese tipo aquí
— Solo tráeme la toalla — dice entre dientes, bufo. Salgo de la habitación enojado y me encuentro con mi padre en el pasillo.
— Papá, tengo que comprar toallas higiénicas para Lorena ¿Dónde hay eso? — pregunto confuso y rueda los ojos.
— Mujeres del demonio — murmura en voz baja y sigue su camino sin contestar mi pregunta ¿Qué le pasa ahora?
— No me dijiste donde se compra — grito y el me ignora completamente.
Me encuentro con Miles capaz sepa. Le pregunto el me indica donde consigo la toalla higiénica. Mi cuñado no es tan idiota después de todo.
— Gracias — es lo único que digo y asiente con la cabeza.
— Cuando quieras prez — contesta, se va a la dirección de mi papá.
Una hora más tarde...
Conseguí las toallas, pero no conseguí información de ese tal Andrés. Entro a la habitación y encuentro a Lorena acostada en la cama, ella se fija en la toalla y una sonrisa se forma en su rostro.
— Gracias — me agradece, se levanta de la cama y se encamina hasta el baño.
Nota mental: no ir a comprar toallas nunca, es vergonzoso. Ver si una mujer puede ir en vez de mí.
— Lorena tengo asuntos del club, vengo enseguida — miento descaradamente.
— Está bien — grita del otro lado de la puerta. Salgo de la habitación y me voy hasta la oficina.
Tengo que encontrar a ese tal Andrés, no me quitará a mi futura vieja dama por ningún motivo. Ella es mía.
Horas más tarde...
Escucho que tocan la puerta varias veces.
— Adelante — grito y levanto mi vista para saber quién entra en mi oficina, observó a Jared.
— ¿Qué pasa? — cuestiono manteniéndome concentrado en la computadora.
— Nada ¿Que mierda estás haciendo? — interroga con curiosidad, roda mi escritorio.
— Estoy investigando, un tal Andrés vino a visitar a Lorena y quiero saber quién es. No encuentro nada en las cámaras de seguridad — explico. El idiota comienza a reírse a carcajadas, le fulmino con la mirada.
¿Por qué se ríe?
— Eres bien bruto — comenta riéndose más fuerte.
— ¿De qué mierda te reís? Es enserio — digo enojado y rueda los ojos.
— Ella se refirió al periodo, prez. Las mujeres le dicen Andrés al periodo - explica y le miro confundido.
¿Por qué le dicen así? No entiendo.
Jared pellizca el puente de su nariz luego me mira.
— Andrés les visita cada mes a todas las mujeres, ósea el periodo por eso te pidió la toalla higiénica — me explica de nuevo.
— ¿Quién? Miles — gruño y asiente.
Chismoso de mierda.
Suspiro aliviado porque Lorena sigue siendo mía, me quedo tranquilo porque tengo todas las oportunidades todavía con ella.
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Eres mia (#6 Mc de Demons Kings)
AcciónLorena Dorsell nunca supo que tenía ochos hermanos hasta que por cosas de la vida tenía irse a vivir con su padre que es un prospecto del Club Demons Kings, el nunca por la casa por los mandados que el nuevo presidente, según el rumor es más despiad...