Alex; Chico nuevo

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Nos quedamos viendo a los ojos, sentía como su mano me apretaba un poco.

—¡Bueno, bueno, yaa!
Suéltala.

Nos interrumpe Karla.
Quito mi mano rápidamente

—Ka. No seas grosera.
Le respondo.

—¿No me digas que te gusta?
"Te gusta el chico nuevo, te gusta el chico nuevo"

Empieza a cantar Karla como si se tratara de una ronda infantil, mientras olivera  le seguia el jueguito tonto.

—Olivera, ¿que tal si vamos a la biblioteca? necesito un libro.

Dice Karla y veo como le guiña el ojo.

—¡Yo te puedo acompañar Ka!.

Le respondo rápidamente, no pretendo quedarme a conocer al chico nuevo, porque se que eso planea.

—No Alex, no te molestes.

—Nata no te preocupes, ahora vuelvo para llevarte a clases por si te pierdes.

Le dice olivera al chico nuevo, le sonríe a boca cerrada y le golpea ligeramente el hombro.

Veo como Karla lo lleva arrastras hacia alguna parte lejos de la biblioteca.

Nos quedamos unos segundos en silencio, no sabía que decir y estaba algo nerviosa, hasta que el chico nuevo rompe el silencio.

—¿Como van las clases, Alex?

Levanto mi cabeza de la bandeja donde solo quedan los restos de mi almuerzo.

—Emm, bien y ¿como te trata el instituto chico nuevo?

—¿Entonces me llamaras chico nuevo?

—Me gusta más ese nombre.

Veo como me da una sonrisa ladeada.

—voy aceptar que me digas así, solo porque eres amiga de olivera.

—No sé si sea su amiga, pero el es mi peor enemigo, siempre se roba mis postres de fresa, yo creí que hoy lo podría comer, pero ya ves que no.

—Si quieres te puedo comprar uno.

—¿Crees que, si me compras uno, dejare de odiar a tu nuevo amigo?

—Emm, no, pero yo podría ser el tuyo

—Hay muchas chicas en este instituto ¿porque querrías que alguien casi invisible fuera tu amiga?, ¿por lastima tal vez?

—Entonces tengo super poderes, porque vi a alguien invisible.

No puedo evitar sonreír

Voy a responder, cuando suena la campana.
Pretendo irme lo más rápido que puedo a mi aula, pero recuerdo que Olivera dijo que lo llevaría a su aula por si se pierde, es nuevo así que eso puede suceder.

—¿Sabes cómo regresar a tu aula, chico nuevo?

Le pregunto.

—¡No!, que tal si me acompañas

—No te llevaré a tu aula, no soy tu guía turística, pero te dejo en el camino que conduce a tu aula, ¿te parece?

—Está bien.

Caminamos en silencio hasta el punto donde acorde dejarlo.

—Bueno es aquí, sigues directo y allí esta tu aula, de nada.

Sin dejar que el pronunciara una palabra más, me fui rápidamente a mi aula.
«Le va a pesar esto a Karla»

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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