Quiero. Quieres pero, no se debe «ls»

Capítulo 15: "Vas a entrar sin pedirme la llave"

Anclas, subiendo capítulo medio tarde estoy full trabajo, lamento tardar. Quiero contaros dos noticias, una buena y otra mala: la mala es que, voy a tardar en publicar el capítulo siguiente. La buena... la sabrán cuando termine el capítulo ;) que lo gocen tanto como yo escribiendo. 

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CAPÍTULO 15

"Vas a entrar sin pedirme la llave"

Los fanales cobaltos de Louis se perdían en medio de las calles de Londres. Todo lo que pensó que demoraría en el viaje se redujo a un día, no tuvo tiempo si quiera para alojar una segunda noche en la hostal que se había quedado.

Las palabras de la directora del centro retumbaban una y otra vez sobre su cabeza, ningún papel con su liquidación de fin de mes le salvó. Tienes que estar casado, es nuestra principal y más importante regla. ¿Si quiera era legal a la nación? Era estúpido. No tomaron cabida de sus ingresos ni afinidad con la menor.

Pero, eso no había sido lo peor de todo. Tendría que tener mínimo un año de casado, vivir estable y pasar una serie de pruebas psicológicas. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar, esto era una real, real mierda.

Si tan solo su padre hubiese firmado, si tan solo su madre hubiese dejado de lado su egoísmo e inmadurez, él podría tener las cosas fáciles, él podría tener a Duka con él. Estaba perdido, se sentía en una tragedia absoluta. Podía recordar con claridad los ojos brillosos de su hermanita mirando por la ventana.

—¿Está bien si le dejo por aquí? No llegamos hasta el ala izquierda. —articulaba, el conductor del taxi. Louis asintió, sorbetando su nariz. Canceló y bajó del vehículo.

Era un cadáver andando. No sabía cuándo ni cómo había sido capaz de llegar hasta las afueras de la casa de su mejor amigo o ya ni siquiera sabía si era su mejor amigo; Niall. Sacó con manos temblorosas su móvil, había llamado a Steven pero, aparecía el buzón y no quiso ser majadero. Lo último que le había pedido muy temprano era que fuese a casa para ventilar.

—¿Ni? —Formuló con retraimiento. Su nariz estaba rojiza y sus manos frías. Del otro lado escuchó un suspiro.

—Louis ¿qué tal va el viaje? —lo primer que respondió, Niall.

—Y-yo... estoy aquí —Louis mordió su labio inferior, mirando hacia el árbol florar que estaba a pocos metros de la puerta del ojiceleste.

—Te escuchas...¿todo bien?

—No —Lou sinceró. —Estoy literalmente fuera de tu c-casa porque... yo no sé, no sé dónde ir, es decir, sí sé pero... pero me siento muy,

—¿Estás en Londres? ¿Estás... estás aquí? —manifestó el rubio haciendo especial énfasis en sus últimas palabras. Dejó sus cereales aun lado y se asomó por la ventana. Su corazón se encogió ante lo que sus ojos vieron: un Louis pequeño y acongojado.

Lou, le sacó con una de sus manitos. —¿Me abrirás? —preguntó, aún desde su celular. Niall asintió para luego desaparecer.

—Voy bajando la escalera, te voy a cortar. —anticipaba, el rubio. Segundos más tarde se encontró abriendo la puerta de su casa encontrándose con la mirada tímida de su amigo. —Oye —susurró.