Quiero. Quieres pero, no se debe «ls»

Capítulo 12: "Sábado de fiebre por la noche"

Que tal, antes de que lean 2 cositas puntuales:

1. Hoy cumpliría años mi bello Dylan R. (el ex novio de Camille Rowe y su eterno amor de la vida) mi bbé, dónde sea que estés gracias por ser luz y un legado de amor que no se llenará jamás.

2. ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas con sexo explícito y con su toque (usted juzgará) rudo. Palabras soeces, engaño (porque la temática es así, no quiera compadecer a los buenos... NO TODO ES LO QUE PARECE.) y música de Donna Summer.

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CAPÍTULO 12

"Sábado de fiebre por la noche"

Parte I /hot stuff - Donna Summer/

Donna Summer comienza la letra diciendo algo como 'sentado aquí comiéndome el corazón esperando que algún amante llame'. Harry tuvo que apagar el radio de un solo guantazo. Llevaba dentro del vehículo quince minutos. No omitiría que, apenas su sobrino se marchó y partió detrás de Lucas y Louis.

Maldito de Louis, siempre lo descolocaba, le martillaba la cabeza y los sentidos. Antes se consideraba una persona racional y ahora era una mierda de problemas. Envió un mensaje de texto, era agresivo, bueno el último que decidió lanzar porque los otros intentos eran escalofriantes. 'Casi arranco el teléfono en la pared' cantó en su mente recordando la letra de la canción ochentera.

A lo lejos, divisó a Lucas saliendo del edificio parecía que le estaba buscando... no era posible, el chico colocó su casco y se subió a la moto, en cosa de segundos ya lo había perdido de vista. Apagó el aire acondicionado porque estaba hirviendo y necesitó sentir algo frío sobre el rostro, no estaba exagerando, realmente imaginarse a Louis con otro le arruinaba. Pero, él sí está con otro. Recriminó su consciencia o la poca que le quedaba.

Pero, no le hacen poner los ojos blancos como yo. Se adelantó mientras pegaba el portazo en el vehículo. Trotó hasta la entrada, agradecía que el edificio fuera mediocre porque no contaba ni con un guardia de seguridad, salvo un conserje que leía "New york Time", fuera de eso, ingresó como un dueño de rancho.

Golpeteó un par de veces y la puerta se abrió revelando a quién anhelaba ver. Ahí estaba Louis, mirándole fijo sin ninguna señal aparente o indicio de nada. Tenía la ropa perfectamente puesta, y así como le miró el cuerpo, dio dos zancadas dentro sin pedir permiso y miró a su alrededor, no había un lugar desecho ni rastro de que algo perverso hubiese pasado ahí.

-¿Duka está dormida? -preguntó, el ojiverde con las manos en su cadera. Sintió los ojos de Lou sobre su figura. Él sabía claramente que en traje se veía caliente, no estaba siendo un cretino, él sabía siempre aceptar la realidad.

-Sí, llegué y estaba en el sofá. Hace unos minutos la tomé con ayuda de Lucas y la dejé en el dormitorio. -Contestó, estoico. Se acercó donde la figura imponente de Harry. -¿Me puedes explicar qué demonios te crees en venir hasta aquí y,

Cerrarle la boca con un beso se había transformado en los hábitos preferidos del ojiesmeralda. Harry enrolló sus dos grandes manos en la camisa blanca que el más bajo traía, lo apegó a su cuerpo y lo estrujó con su boca; pidiendo y exigiendo cualquier cosa. Escuchó los gemidos resistentes del otro, pero no le dio perdón.