Capítulo 18: "No olvides que el perdón es lo divino y errar (...)"

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Día martes de actualización, con un capítulo que muuuuuuuuuuchitos estaban esperando. Puede que aquí comiencen a aclararse vaaarias cosillas. Queda uno más y obvio, el fin. 

ALERTA PARA EL PRÓXIMO CAPÍTULO: Lo publicaré en privado ya que, tendrá alto contenido (bah quizás no es tannnto pero uno nunca sabe con esta app.) 


ლლლლ



CAPÍTULO 18.

"No olvides que el perdón es lo divino y errar a veces suele ser humano"



—Buenos días, cariñito... —susurraba, detrás del oído de Louis, Steven. Le abrazaba desde la cintura, en una pose de cucharita.

—Buen día, Stev. —contestó, con voz medio ronca el ojiazul removiéndose en su cama. Pestañó un par de veces y enfocó su vista en la habitación. —¿Qué hora es?

—Ocho y cuarto —respondía, Stev mientras depositaba pequeños besos en los hombros y cuello descubierto del más bajo.

—¿No deberías estar ya en la empresa? —Louis se enderezó para luego estirar sus brazos. Miró hacia la ventana de su cuarto, el día estaba nublado.

—Sí, debería... pero tengo ganas de cumplir en otras cosas primero... —decía, volviendo a acercarse al cuerpo de su prometido. Dejó que sus brazos se introdujeran bajo las sábanas para acariciar las piernas del ojiazul. —Hemos aplazado el evento a la seis. Ahora podríamos...

—Vamos a tomar desayuno, hoy tenemos mucho por hacer. —Lou logró decir, para destaparse y salir de la cama.

Steven, le miró. —Estoy cansado también, he tenido dos días sin respirar, solo al idiota de mi tío se le ocurre faltar y dejarme con esto solo ¿si quiera ya reconoce sus responsabilidades? —comentaba, soltando un suspiro agotado. Salió de la cama luciendo solo unos bóxer. —Cuando pase todo este lío, tú y yo nos iremos unos días a Costa Cuervo.

—Ajá. —asentía, Louis mientras caminaba descalzo hacia la cocina. —Quizás tú tío no fue porque no sé si te acuerdas, su esposa está con los días contados.

—Eso lo sé, estoy consternado aún pero... el trabajo es trabajo, Lou. Hoy tenemos el evento y él tenía que encargarse de algunas cosas importantes.

—¿Qué cosas? ¿No habíamos ya organizado todo el lunes y el miércoles? —Encendía la cafetera, mientras intentaba mantener esta conversación mañanera.

—Sí, pero tiene que ver con unos documentos que él estaba tratando y de los cuales él debe responder con algunos de la alianza. —Steven se sentó en una de las sillas giratorias. —Si no lo hace bien, vamos a tener problemas.

—¿Por qué es tan importante?

—Porque él tiene que justificar su sueldo también.

—Pero él antes no estaba aquí... ¿cómo justificaba ahí?

—Bueno, justamente por eso volvió. Mi abuelo tiene una estricta política sobre el trabajo si no lo justificas quedas fuera, ya ves mi tío Baltazar.

Quiero. Quieres pero, no se debe «ls»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora