Capítulo 15

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No sabía si habían pasado días, pero la espera se estaba haciendo insoportable. El hambre la estaba matando y una botella de agua de un litro no era suficiente para dos. A Steve le costaba hablar y no tenía fuerzas para moverse, lo intentó muchísimas veces, pero parecía que el veneno lo anulaba físicamente. No podían hacer otra cosa que dormir y mirar el techo.

—Deberías de comprobar la puerta por si tiene alguna cerradura que puedas abrir, es lo único que no hemos intentado.

___ se sujetó el bajo vientre mientras Steve daba con la solución. Comenzó a dolerle y también los riñones. Empezaba a sentirse incómoda y se removió en el sitio intentando aliviarse un poco.

No se estaba tomando la píldora y pudiera ser que el periodo se le adelantase. Comenzó a pensar y a calcular el tiempo. Llevaban allí cinco o seis días.

—¿Has conseguido ver algo desde fuera? —le preguntó ___.

HYDRA se había estado llevando a Steve esos días. Lo sacaban de allí pero a ella no, y ninguno sabía qué hacían con él. Le inyectaban algo en el mismo zulo que lo dejaba inconsciente y tardaba mucho tiempo en recuperarse.

—No he podido mantenerme despierto —susurró en una derrota que en el fondo, estaba aceptando. Cada vez perdía más la esperanza de que iban a pasar en ese agujero por el resto de sus vidas. Se preocupaba mucho por ___. Aunque ella no le dijera nada sabía que estaba pasando por una hambruna terrible. Él podía aguantar sin comer por un tiempo, y aunque recibió un esmerado entrenamiento para estos casos, vivirlo era otra cosa.

—No puedo inspeccionar una cerradura que se abre desde fuera. El funcionamiento es distinto —lo cierto era que no podía levantarse, la pierna le dolía muchísimo y sus fuerzas estaban al mínimo.

—Tiene que haber una solución...

—Yo creo que no la va a haber. Al menos para mí.

—¿Por qué para ti no?

—No tengo el suero del súper soldado. Tal vez, la semana que viene...

—No puedes decir eso —___ escuchó a Steve horrorizado— una persona sana e hidratada que duerme ocho horas diarias es capaz de sobrevivir por muchas semanas.

—Será mejor que no hables de lo que no sabes...

—No voy a callarme. Desde que te conozco me has tratado así y no entiendo el por qué. No te importa que sea tu superior, nunca te han importado las formas. Si vas a seguir así será mejor que no me dirijas la palabra.

Tenía razón. Tenía toda la razón.

___ estaba siendo injusta. Steve solo quería ayudar.

Se llevó las manos a la cara para concentrarse en su respiración, arrugando el ceño e intentando no llorar. Todo esto estaba siendo tan difícil y cruel. En qué momento se comportó tan mal para que el karma la mandara a ese sitio horrible. Y cada día que pasaba se sentía peor. Algo le decía que iba a morir allí, en ese sitio húmedo, frío y oscuro.

El capitán quedó en silencio. Lo que le dijo fue duro, pero ya no podía más. La situación también lo estaba sobrepasando y le afectaba mentalmente. Si solo hubiera sido un poco más astuto estaría él en ese zulo sin ella, aunque no sabría si él solo iba a aguantar igual.

—Lo siento. Lo siento mucho —___ habló después de un rato— es tan injusto que te trate así. No te lo mereces.

A Steve se le partió el corazón en dos. Escucharla así y sin poder hacer nada por impedirlo. Se sentía anulado.

—Solo... solo quiero saber qué hice en el pasado para que tengas esa conducta, nada más.

—Es que, el otro Steve... era mi mejor amigo y un día se fue sin despedirse de mí. No puedo evitar pensar que en el fondo eres tú. Lo sé, es tan ridículo —al final comenzó a reírse torpemente, claramente avergonzada. Por fin lo había soltado— yo quería que al menos me dijera adiós...

Desde los rincones del pasado (Steve Rogers y tú) [MARVEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora