Capítulo 18

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Tuve un pequeño bloqueo creativo, pero aquí está el capítulo <3

Unos días pasaron y se sintieron como semanas, pero ___ ya subió a planta y parecía estar fuera de peligro. Steve se quedaba con ella la mayoría del tiempo, aunque Fury tenía una charla pendiente con él en privado, el capitán no se dejaba ver por su despacho.

Le desesperaba ver a ___ así. Siempre la veía con el mismo aspecto e incluso le quitaron la morfina, pero la sedaban por los dolores. No podía hablar con ella aunque tuviera algún momento de lucidez.

Aun así se quedaba todo el tiempo que el cuerpo le permitía. Ahora el ambiente en S.H.I.E.L.D. no era moralmente bueno, habían fracasado en dos misiones en un periodo bastante corto de tiempo, y resultaba que el por qué de las misiones era un engaño que no existía. Nunca hubo portales, ni energía, ni nada que se le pareciera. Estaban en un callejón sin salida.

Steve miró a ___ fijamente y por primera vez en bastante tiempo sintió miedo. ¿Qué tal si moría después de lo que había estado soportando? A veces el cuerpo no aguantaba más después de tales operaciones. O si él... debiera volver. O si todo era mentira. Pensar en Wanda no le hacía calmar los nervios.

Cerró el libro que estaba leyendo y lo dejó en la mesilla. Era de noche y estaba agotado mentalmente, al estar casi todo el día solo y en silencio lo único que podía hacer era pensar. Una enfermera vino, le dio el menú que iba a cenar, y de paso comprobó el gotero y el catéter de ___. Era la última visita de la noche.

Cuando la enfermera cerró la puerta se acercó con el sillón al borde de la cama de la rubia. Estaba tapada con una fina sábana hasta el cuello por la agradable calefacción y no tenía nada más que la cubriera.

Steve sacó su mano de la sábana y la acarició entre sus palmas. Estaba pálida, pero caliente y algo curtida, con las uñas rosas y brillantes. Era una mano bonita. Quería besarla.

Pero no le daría ningún beso hasta que estuviera despierta.

No pudo más y se derrumbó en el borde del colchón, quedándose dormido casi al instante.

...

Cuando abrió los ojos todo parecía seguir negro, hasta que sus pupilas se acostumbraron a la pequeña luz de la mesilla. No alumbraba casi nada, tal vez... era de ahorro. Esa fue la primera cosa que pensó.

El pitido del electro llegó luego, bastante nítido a sus oídos, y se tocó instintivamente la nariz por el dolor. Arrugó levemente el cejo al notarla con una especie de pegatina que la cubría, además de hinchada. ¿Dónde estaba ahora?

Ladeó la cabeza sin espabilarse aún del todo y lo vio durmiendo, como en el zulo cuando había algo de luz por la rendija de la puerta y lo miraba tumbado con el aspecto de un muerto, asustada de que en verdad lo estuviera. El pelo rubio oscuro estaba desordenado y más largo de lo que recordaba.

Su voz casi no podía salir y entró en shock. Con su mano libre de la sábana se quitó el tubo de la nariz que le proporcionaba oxígeno e intentó salir de la cama, pero un dolor agudo en su bajo vientre hizo que soltara un grito en mitad de la noche.

Steve se despertó de inmediato al escuchar el grito y vio a ___ sujetándose la barriga. Se asustó al ver que no llevaba el oxígeno y se lo puso de inmediato, intentando calmarla e ignorando que estaba consciente.

___ volvió en sí al verlo despierto. Era un espejismo verlo bien de nuevo, sin heridas, sin suciedad, sin sangre. La estaba arropando adecuadamente cuando sus ojos se encontraron.

A ella se le olvidó respirar en un segundo que cubrió una eternidad. Steve entreabrió los labios y se le humedecieron los ojos.

—¿___? –la llamó inseguro con la voz algo trémula.

Desde los rincones del pasado (Steve Rogers y tú) [MARVEL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora