CAPÍTULO 12

5.2K 333 22
                                    


-¿Maya?- repitió Ale, levantando la vista de sus documentos de trabajo.

Nos encontrábamos en su escritorio, dándole un último vistazo al contrato que mañana se firmaría con un hombre muy importante. O eso es lo que alcance a escuchar de Alexander.

-Si - asegure -¿Qué te parece la idea?- Sonreí.

-Bueno.... Me parece buena. Ya que la mayoría de mujeres que contratamos huyeron de aquí. Además, necesitamos de una mucama- concordo.

-¡ay! ¡Gracias!- exclame, feliz -Le diré está noticia en cuanto llegué a mi departamento- sonreí.

- No Tienes nada que agradecer, amor- sonrió -Y ya.... que me hiciste distraer de mi trabajo- se puso de pié, rodando el escritorio -Creo que me merezco un beso- se acercó a mis labios.

-Aún estoy muy enojada, contigo- aleje su boca de la mía.

-¿por qué?- apretó su ceño. Confundido.

-Porque anoche bebiste demasiado. Ya sabes que no me gusta cuando los hombres beben mucho alcohol- me crucé de brazos, molesta.

-Amor....- se acercó, abrazándome -Lo siento.... Te prometo que nunca más lo haré- llamó mi completa atención a su rostro.

-¿en serio?- me descruce de brazos.

-Si- afirmó -Ya sabes. Todo lo que te molesta, me lo dices. Lo charlamos, lo solucionamos. Y listo. Al igual que todo lo que me molesta a mi. Así es como funciona nuestra relación- me recordó.

-Tienes razón- sonreí. Feliz.

-Bien....- volvió a acercarse -Ahora mi beso-me exigió.

Sonreí.

¿Cómo negarme?.

Cuando nuestras labios estaban a punto de concretar el esperado y ansioso beso, la puerta se abrió, obligandonos a separarnos como si estuviéramos cometiendo el más grave de los pecados.

-Ya te dije que esa parte no va.....- intentó fingir, Ale.

Al mirar detrás de mí, me encontré con una avergonzada Scarlett.

-¿interrumpo algo?- dudó en entrar.

- No, madre. Pasa- Ale se volvió a sentar en su sillón -Estábamos discutiendo unos temas del contrato-mintió.

Unos temas del contrato. Sí que es bueno para inventar mentiras rápidas. Sólo espero que no las use conmigo.

-ahhh- soltó la madre, acercándose a nosotros.

Sus ojos se encontraron con mi persona, y brillaron de la alegría.

-Hana.... que bueno tenerte en casa- me sonrió.

-Señora....- la saludé.

-Espero que te quedes a almorzar, me estoy esforzando por hacer la mejor pasta- me invitó.

-Será un gusto- acepté.

-Madre....- la apuró un impaciente Alexander.

Sonreí.

No es tan bueno para mentir, se podía notar lo inquieto que estaba por querer besarme.

-¡oh,sí!- recordó, la señora Scarlett -Hoy a la noche, vendrán unos amigos tuyos. De negocios. Por lo que me comentaron en el teléfono- informó.

-Cierto....- Se pasó sus manos por su rostro, cansado -Debo hablar con ellos- recordó.

-Bueno... me voy a seguir con la pasta- me sonrió -Siga con el "contrato" ese- volvió a ampliar su sonrisa.

QUIERO COMPLACERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora