QUIERO COMPLACERTE

CAPÍTULO 15

-Espero que regreses otro día, y con más tiempo- murmuró, Ale,entrelazando sus manos a las mías,fuera de su casa.

Me las ingenie para escabullirme cuando la señora Scarlett le pidió a su, amado y recién llegado, hijo los nombres de las películas en las que aparecía para poder apreciarlas.

- La próxima- sonrei.

Una sonrisa se adueñó de sus pequeños labios. A diferencia de los de Enzo, que eran más gruesos y perfectos. ¿Por qué diablos los estoy comparando?. Un beso desprevenido, se depósito sobre mis labios.

Sus manos se adueñaron de mi cintura, atrayendome más a su cuerpo, mientras que sus labios se volvieron más desesperados y deseosos. Mis labios, apenas respondieron al huracán de los suyos. A los segundos, se separó de mi, pero no demasiado. De modo que sus labios quedaron a escasos centímetros de distancia de los míos.

- Te quiero pedir algo- susurró, llamando mi atención al cielo de su mirada -Quiero que... no te acerqués demasiado a Enzo- suplicó.

Apreté mi ceño, confundida.

-¿Por qué?- sonreí -Creí que eran hermanos- agregué, pero cuando esquivó mi mirada, me asusté -¿De qué debo temer? ¿Acaso es un hombre peligroso?- me aleje del cariño se sus brazos. Espantada.

-No- negó, inmediatamente - Es que... Bueno. Primero, no es mi hermano, hermano- confesó, rascándose la nunca - De echo, mi madre nos adoptó a los dos cuando era una mujer joven. Con mi padre,no podían tener hijos, así que bueno.... nos adoptó- me miró, esperando una respuesta de mi parte.

¿Adoptados?.

¿Son adoptados?.

-Adoptados- tan sólo comprendí.

- Si. Y bueno, resulta que después vinieron los dos otros hermanos menores que si son de su sangre, tras un intentó más- me abrazó a la cintura, nuevamente - La cuestión es que él, siempre fue... más popular entre las chicas. Y... no sé, tengo miedo que intenté seducirte- confesó.

-Ohhh- sonreí -Era eso - comprendí- No te preocupes, personas como él, jamás llamarían mi atención- afirme.

- Me alegra oir eso - rozó sus labios a los míos - Te amo demasiado, que si te pierdo, no se lo que haría- susurró.

- No digas eso - lo regañe -No pienses así- le pedí.

Sus ojos se encontraron con los míos.

- Te amo, Hana - tan sólo pronunció, antes de adueñarse de mis labios por tercera vez.

Está vez, me apretó mucho más contra su cuerpo, obligándome a que separé mis labios de los suyos, y empujarlo sólo un poquito.

-Espera....- le pedí.

-Diablos, Hana. Me vuelvo loco con tenerte tan cerca- confesó.

-Ya te lo dije, tienes que esperarme- me aleje.

-Lo sé- afirmó -Disculpa... sólo me dejé llevar- se disculpó.

Alce mi vista, clavandola en su arrepentido rostro.

- Me debo ir- solté.

- De acuerdo, nos vemos otro día- colocó sus manos en sus bolsillos, deseoso de besarme una vez más.

Pero es un caballero. Y temió que me espantara de sus profundos deseos. De sus peligrosos deseos. Comprendí que ya no podía escapar. Que si amaba a Ale, debía entregarme a él.

Sólo que.... aún no estaba segura si lo amaba. Siempre imaginé que uno al salir con otra persona, y al conocerlo más, se enamoraria. Pero... con Ale, es diferente. Lo veo más como un amigo, no despierta nada en mí como lo hace....