QUIERO COMPLACERTE

CAPÍTULO 2

Domingo

¿De dónde sacaré el dinero para pagar la deuda?. Esa enorme cantidad de dinero.

Y debía pagar esa deuda, los alquileres están por las nubes. No podía dejar de enviar al psicólogo a Daysi, lo necesita.

Además, tenía el beneficio que si lograba reunir toda esa cantidad de dinero, ya no tendría que preocuparme por el alquiler. Y eso significaría, ropa nueva para mis hermanas.

No podía sacar un préstamo. No tenía nada que poner como respaldo.

-¿me ayudas?- preguntó Amelie, sacandome de mis pensamientos.

La miré, notando que me estaba indicando algo en un cuaderno.

-Si- observe el problema.

-Hana.... ¿podemos ir a algún lado?. Me estoy muriendo del aburrimiento- ingreso Daysi, tomando asiento.

-Tú hermana está haciendo la tarea- le recordé.

-Bien. Entonces luego- pidió -¿por favor?- junto sus manos.

-De acuerdo- acepté.

Luego de hacer la tarea, salimos a caminar un poco. El frío no había cesado, pero eso no era un obstáculo para las demás personas que salieron a caminar.

-¿qué tal la señora Scarlett?- Pregunté, metiendo mis manos en la fina chaqueta. Y única chaqueta.

-¡es muy buena! ¡nos da golosinas!- dio un salto, Amelie.

-También nos regaló unos cuadernos que su hijo no usa- comentó,Daysi.

Vaya.... eso no lo sabía.

-Hana, ¿podemos ir a la plaza?- me señaló la plaza, Daysi.

-Bien- acepté.

Tomé asiento en una de las bancas, observando como se amacaban o jugaban en el tobogán.

No pude evitar sonreír.

Debía conseguir el dinero. Por ellas.

Todo lo que hice. El lugar del cual nos escapamos, fue por ellas. No podía permitir que todo por lo que luchamos, se venga abajo así como así.

Está ciudad era segura. Y estaba más que convencida que él,no nos encontraría aquí.

Alce la vista, buscando una señal.

Cuando un enorme cartel llamó mi atención.

Martes

-¿¡Qué!?. No... No lo puedo creer, repitelo- me pidió mi amiga, tirando su cigarro.

- Lo qué escuchaste.... es la única forma que tengo de conseguir el dinero. Es una gran cantidad, y es en unas horas- bajé la vista.

-¿ah Si?- estalló -¿¡Y por eso vas a HACER ESO!?- tomó asiento a mi lado -Mira.... No se que se te cruzó por la cabeza al optar por esa idea. Pero deber buscar otra forma, no puedes hacer eso- agregó, algo más calmada.

-Ya lo decidí- la miré a los ojos -Necesito el dinero. Y... quiero que me acompañes al lugar, no quiero ir sola- agarré sus manos.

- No. Ni loca. Jamás pisare ese lugar- negó.

-Por favor. Mañana a la mañana,la señora me da el día libre, es mi oportunidad para ir- le suplique.

- Que, no- negó.

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Nos detuvimos en frente del lugar.

- No puedo creer que me hayas convencido de venir hasta aquí- se quejó mi amiga.