CAPÍTULO 11

5.6K 326 29
                                    


Un mes después......

Abrí la puerta de su habitación, sonriendo.

-Ale.... para- le pedí, alejando sus posesivos labios de mi cuello.

Me hacían cosquillas. Logrando, arrancar más de una sonrisa de mis labios.

-Eres tan hermosa- confesó, alejándose -¡mirame! ¡soy feliz!- abrió sus brazos, agrandado mi sonrisa -¡mi novia! ¡es la mujer más hermosa de esta ciudad! ¡del mundo!- gritó.

-Ya.... vas a despertar a toda tu familia- sonreí. Empujandolo en dirección al baño -Has bebido demasiado- lo regañe -Será mejor que te des una ducha de agua bien fría, para bajar todo ese alcohol- lo metí.

-¿me quitaras la ropa?- preguntó, con cierto tono, pícaro en su voz.

- No. Eso te encargaras tú, solito- lo dejé de empujar, abriendo la ducha.

-Hana....- me tomó de la cintura, obligándome a que de media vuelta.

Me encontré con sus labios muy cerca de los míos. Su respiración estaba algo irregular, al igual que la mía.

Me equivoque. Alexander era una persona muy distinta a la que imaginé. Es agradable, divertido y muy cariñoso. Dejó de lado su trabajo, para centrarse en hacerme feliz. Para llevarme a cenar, o a fiestas que solían hacer sus amigos.

-Te amo- susurro, fijando esa mirada tan cariñosa en la mía.

Y fue la primera vez que me lo dijo. Desde que todo lo nuestro comenzó esa tarde en la que me invitó a salir y yo acepté. Esa tarde, en la que me dio un beso frente al mar,teniendo como testigo al hermoso atardecer. Fue perfecto.

Sonreí.

-Te amo, Hana- sonrío -Te amo tanto, que moriré si me dices que no sientes lo mismo que yo- su mirada, se tornó triste.

- no....- acaricie su cabello - No digas eso-  negué -Yo, también te amo- susurre.

Una débil sonrisa se adueñó de sus labios.

-Pero te amaré más, si te das una fría ducha para bajar el alcohol y luego te acuestas a dormir- agregué.

-Quédate.....- pidió -Quedate a dormir conmigo- insistió.

-Ya sabes que no puedo, debo ir a cuidar a mis hermanas- le recordé.

-Pero... Maya,está con ellas, puede cuidarlas- soltó.

-Sabes que no es lo mismo- me aleje -Ellas se sienten más cómoda, si lo último que ven al dormir,es mi rostro sonriéndoles- sonreí.

-Bien....- se rindió -Pero quiero que mañana a la mañana estés aquí. Quiero que me ayudes con unas cosas- pidió.

Al parecer no estaba tan borracho como imagine.

-De acuerdo- roce mis labios con los suyos -Hasta mañana-me despedí.

-Hasta mañana, amor- se despidió.

Cerré la puerta del baño, y salí de la habitación.

Salí de la casa, dirigiéndome a mi auto. El que Alexander me regaló en mi cumpleaños.

Conduje, hasta entrar al garaje del edificio. Bajé, tomé el ascensor. Y cuando las puertas se abrieron, me dirigí a mi departamento. Aquel que estaba alquilando debido a que vendí la casa. Por problemas económicos.

Logré conseguir un amplio y hermoso departamento. Lleno de lujos. Bueno, de echo Ale me lo recomendó, asegurando que conocía el dueño. Y sabiendo que esté era un lugar más tranquilo y seguro.

QUIERO COMPLACERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora