QUIERO COMPLACERTE

CAPÍTULO 33

Dos días después......

El vehículo del abogado se estaciono en frente de la casa de campo. Daysi, Maya y yo, salimos de casa. Dejando a Amelie en compañía de Daniel.

-Bien. Es hora, chicas- soltó el abogado, abriendonos la puerta.

Subimos al auto. Y en cuestión de segundos, dio marcha. Fijando su dirección al juicio. Hoy, es el gran día. Hice todo lo posible para preparar a Daysi para esté día, junto a la ayuda del abogado. Enzo, aún seguía buscando esa grabación, puesto que necesitaron una orden judicial para que el dueño del edificio nos permitiera revisar esas grabaciones. Maya,llegó a la casa de campo, la noche anterior. Me comentó, que en cuanto Daniel le dijo que yo necesitaba de su ayuda, no lo dudo. Me sorprendí, al notar la agradable y tierna pareja que hacían.

Había mucho amor entre ellos dos.

Y eso me hace feliz, por ella. Se lo merece.

Daysi apoyó su cabeza contra mi hombro. Así que apoyé mi cabeza contra la de ella, a medida que acariciaba su rostro. Sabía perfectamente que es muy difícil para ella. Una niña, enfrentarse otra vez a esa situación. Ver a ese hombre otra vez. Recordar ese horrible momento. No quería que ella pase por todo esto. Pero debía hacerlo. Sólo.... deseaba una cosa: que al finalizar el juicio, y sea cual sea el resultado del mismo, deseaba que ella estuviera en paz. Deseaba que su vida sea la que cualquier niña tendría a su edad.

Deseaba curar esas heridas. Por más que se, que será imposible. Ese echo, no es algo que se pueda olvidar así como así. Pero al menos, quería que ella misma llegué a amarse.

A sanar.

Al detenernos en medio del enorme edificio, decendimos.

-Bien. Por aquí- nos indicó el camino, nuestro abogado.

Subimos escalón por escalón, hasta que ingresamos. Recorrimos unos pasillos, hasta que el abogado nos pidió que tomaramos asiento. Debíamos esperar a que nuestro turno llegará.

Mi celular comenzó a sonar, obligándome a que lo saque del pequeño bolso que llevaba.

-Hola...- conteste, en voz muy baja.

-Hana, soy Enzo- respondió - Tengo la grabación, y estoy conduciendo hacia allá. Te pido, que alarguen el juicio una hora más, así podré llegar a tiempo- pidió.

-Bien. Voy a ver que puedo hacer- asegure.

-Bien. Nos vemos. Y mucha suerte- soltó.

-Gracias. Adiós- colgué.

-¿Quién era?- preguntó Daysi, levantando su cabezita para así poder mirarme mejor.

-Enzo- le sonreí - No te preocupes, llegará a tiempo- la animé.

Media hora más, y nos avisaron que ya era nuestro turno.

-Bien. Vamos- pidió el abogado, tomando su portafolios.

Me puse de pié, tomando una gran bocada de aire. Ya era hora. Sentí la pequeña mano de Daysi, al tomar mi mano. Estaba nerviosa.

-Tranquila- me agache, hasta estar a su misma altura - Todo saldrá bien- le sonreí -Eres valiente y sé que lo harás bien- acaricie su cabello.

-Y....¿Si no va a la cárcel?- preguntó.

-Al menos, sabemos que hicimos todo lo posible- intenté darle ánimos -Puede que su juicio no sea aquí, pero tarde o temprano, para personas como él, todo les llega- agregué.