Lisa rodeó la cintura de Jennie y la atrajo hacia ella, haciendo que sus cuerpos quedaran muy cercas. Era consciente que lo único que la pelinegra quería era llegar a su departamento y descansar. No quería pensar en Jackson y todo lo que su dinero podía permitirle hacer en contra de él, negó con su cabeza un par de veces haciendo un lado esos pensamientos, no podía convertirse en una mala persona.
Llegaron a su Rolls-Royce Down 2020 abriendo la puerta para que Jennie pudiera entrar, rodeó el auto hasta llegar a su asiento. Una vez que estuvo adentro, miró de reojo a la pelinegra quien solo miraba hacia un punto ciego, alzó la mano con mucho cuidado tocando su mejilla. Jennie le dio un manotazo alejándose lo más que pudo de ella.
—No Jennie, tranquila, soy yo. —A Lisa le partió el corazón ver como miraba a todos lados un tanto perdida, se fue acercando de nuevo y esta no hizo nada para impedirlo. —Shhh, todo estará bien, te lo prometo. —La tomó en sus brazos acercándola , Jennie dejó descansar su cabeza en el pecho de la rubia comenzando a soltar un par de lágrimas.
—Lisa... —Dijo mientras sorbía por la nariz, un gesto poco agradable, pero era algo que no le importaba a ninguna de las dos. —¿Puedes sacarme de aquí? —Se alejó un poco para mirarla a los ojos, sabía perfectamente que podía confiar en la rubia.
—Por supuesto, te llevaré a tu departamento. —Lisa le regaló una sonrisa mientras limpiaba las lágrimas de la pelinegra. —Todo estará bien. —Le puso el cinturón de seguridad y acarició su cabello
Comenzó a conducir lejos de aquél lugar, aunque lo que había planeado no salió del todo bien, no estaba arrepentida de haber ido, porque no haberle hecho caso a Rosé y Jisoo, Jennie probablemente la estaría pasando muy mal. Negó con la cabeza rápidamente, no tenía porque seguir pensando en algo que no pasó y que jamás pasaría.
Vio de reojo como Jennie miraba por la ventana, de seguro estaba demasiado cansada y se sintió mal porque quizás ella también era parte del problema, simplemente no podía alejarse de la pelinegra, había querido creer que lo que Jennie le había dicho era cierto; Que no estaban destinadas a estar juntas.
—¡Maldición! —Miró a Jennie mientras se detenía en un semáforo , la pelinegra buscaba algo en su bolso—No puede ser. —Se llevó las manos al cabello en señal de exasperación.
—¿Todo bien?— Siguió su destino cuando la luz se puso verde.
—Jisoo tiene mis llaves. —Jennie no quiso mirar a la rubia, demasiadas molestias le había causado ya como para decirle que regresara. —Si gustas puedes dejarme aquí, regresaré al antro y... —Sintió una delicada mano posarse en las suyas, miró a Lisa pero esta solo tenía la vista puesta en el camino.
—Puedes quedarte conmigo... —La pregunta quedó en el aire por un par de segundos mientras la pelinegra la miraba como si se hubiera vuelto loca. —Sé lo qué piensas, —Se estaba poniendo nerviosa al no obtener una respuesta— Crees que es una mala idea pero...
—Porque es una mala idea. —Jennie frunció el ceño mirando por la ventana. Definitivamente no podía quedarse con Lisa, no sabía si resistiría quedarse en la misma habitación. —Ya te dije, solo déjame... —Lisa le pidió guardar silencio con una sonrisa en el rostro, lo cuál le molestó por un momento.
—Prometo no intentar nada contigo —Alzó la mano en señal de promesa. —Déjame cuidarte Jennie, es lo único que quiero hacer. —La pelinegra tragó en seco por la sinceridad de esta, sabía que decía la verdad.
No dijo nada por un par de segundos hasta que Lisa clavó su mirada en ella, sabía que era una terrible idea pero justo ahora no podía hacer otra cosa que confiar en las palabras que la rubia le había dicho. Asintió con la cabeza incapaz de ordenar alguna oración, vio como Lisa sonreía de oreja a oreja. El rumbo comenzó a ser otro, se golpeó mentalmente una y otra vez por haber aceptado la invitación de la rubia, hasta que la realidad la golpeó.
ESTÁS LEYENDO
La chica del árbol [JENLISA]
Fanfiction"Podemos casarnos cuando seamos grandes, cuando tenga una enorme mansión" Lisa miraba a Jennie con cariño, aquéllas palabras, en aquel momento, era solo de dos niñas que se habían encariñado, no había maldad en esas palabras. Palabras que se llevó e...