No queremos nada de ti

14.5K 1.1K 946
                                    

Lo he vuelto a subir ya que algo salió mal cuando lo subí la primera vez :v

Simplemente le parecía imposible. Jackson tendría que ser muy imbécil para meterse con alguien como lo era Lalisa Manoban, por supuesto que recordaba lo que había pasado ¿Y cómo olvidarlo? Wang por poco abusa de ella, su error fue no haber hecho nada al respecto, poner una demanda o algo así.

La verdad es que no le había tomado demasiada importancia, después de la golpiza que Lisa le había propinado, supo que el joven no se atrevería acercarse a ella, con todo el dinero que la tailandesa tenía nadie se querría meter con ella, tratándose de una empresaria millonaria. Jennie ya se había dado cuenta del poder que Lisa tenía.

La rubia ya le había platicado como se encargó de hacer pedazos la empresa de Shin Rin, de la forma en que la vendió pedazo por pedazo hasta que no quedó absolutamente nada, lo dejó completamente en la ruina sin mover un solo dedo, sabía perfectamente que la policía se tendría que hacer cargo de él.

A Jennie no se le quitaba de la mente Shin Rin, todo encajaba perfectamente, a pesar de que Jackson había estado en el mismo lugar en donde se tomó la foto que miraba en la pantalla en su celular era pura coincidencia, aunque Jennie realmente no creía en esas cosas.

Soltó el aire que había retenido por varios segundos al ya no seguir escuchando el agua caer en el baño. Borró el mensaje rápidamente dejando su celular en la mesita, se cubrió con las sábanas intentando parecer dormida, si se quedaba ahí de seguro Lisa se daría cuenta de que algo pasaba.

Lo que menos deseaba era angustiarla, la rubia ya tenía demasiadas cosas en la cabeza como para seguir agobiandola, tal vez se lo diría cuando estuvieran en Corea en donde Lisa podría protegerlas. Cerró los ojos e intentó calmar su respiración, dejaría de lado todo eso para poder disfrutar de los últimos días en Jeju, ya habría tiempo para solucionar todo.

— ¿Cariño? ¿Estás despierta? — Escuchar la voz de la rubia no hizo más que alejar cualquier pensamiento negativo, como si nada hubiera pasado una sonrisa apareció en su rostro — Cielo ya es tarde — Los suaves y húmedos labios de la tailandesa se posaron en su piel desnuda.— Vamos cariño, hoy tenemos trabajo que hacer — Siguió dejando un sendero por toda su espalda, comenzó a removerse como si apenas se estuviera levantando.

— Mmmm, podría acostumbrarme a esto — Sonrió contra la almohada estando aún boca abajo, no había nada mejor que disfrutar de las caricias que la tailandesa le estaba proporcionando, se preguntaba si algún día las yemas de sus dedos dejarían de quemarle la piel cada vez que hacía contacto — Prometeme que nos iremos de vacaciones — Juntó sus piernas con fuerza al sentir como Lisa iba bajando hasta su espalda baja, si la rubia seguía por ese camino no saldrían pronto de la habitación .

— Te lo prometo — Ronroneó cerca del hueco que se hacía en su espalda — Es una lastima que no haya tanto tiempo, podría tomarte aquí y ahora — Su respiración se atoró en su pecho al escuchar sus palabras, era increíble la forma en que unas simples palabras hacían estragos entre sus piernas.

— Ya tendremos tiempo — Jennie se giró para al fin encarar a la rubia, llevaba en cabello húmedo por la reciente ducha. La admiró por un par de segundos, sin duda alguna la tailandesa había sido tallada por los Dioses, trazó una línea desde su mejilla hasta su mandíbula, Lalisa Manoban era una mujer de otro mundo. — Me iré a bañar — Se sentó en la cama con la ayuda de la rubia quien dejó un sonoro beso en su mejilla.

— Pediré el desayuno, no creo que tenga tiempo de hacer uno — Sonrió de lado acariciando el cabello de la pelinegra, — Te dejo cariño, a este paso nos terminarán corriendo — Su pecho comenzó a vibrar con una risa baja mientras la pelinegra se contagiaba.

La chica del árbol [JENLISA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora