F E T I C H E S (+18) [Sin Editar]

M I R R O R S

[Espejos]

Y ahí estaba ella viéndose directo a los ojos frente aquel espejo mientras que una mano masculina sostenía su barbilla para que solo se mirase a si misma.

-Ves como eres hermosa?

Hablo el chico recalcando la última palabra respirando el dulce aroma de la chica la cual estaba más que tensa.

No tenía miedo del chico es más quería saber que es lo que le podría lograr sentir, la ropa fue callendo al suelo reflejándose en todos los espejos en las paredes los cuales Marinette no se daba cuenta pues solo había observado dos o tres.

Una mano de Adrien recorrió la cintura de la chica acariciando con las puntas de sus dedos la piel blanquecina.

-Como lo sabes?

La chica lo dijo en un hilo de voz al ser volteado por el chico y ella observará todos los espejos a su alrededor observando su cuerpo en cada uno de ellos, teniendo en cuenta que el chico estaba casi desnudó.

-No era lo que querías?

Se atrevió a preguntar Adrien viendo cómo es que Marinette dejo de ser esa niña que había conocido y ahora sea toda una mujer.

Marinette no contesto y volteó para otro lugar de la habitación haciendo reír al chico pues en todos los espejos se reflejaba su rostro tan inocente y puro.

-Que vas hacer?

La chica paso saliva para aligerar el nudo que se creo en su garganta.

-No sé si sea la pregunta correcta Marinette...

El cuerpo de la chica tembló y vaciló en si seguir escuchando.

-Mas bien...Que no voy hacerte.

Adrien la tomo por la cintura y la beso, era un beso lleno de lujuria y pasión eran unos completos desconocidos siento el placer recorrer su cuerpo deseando por más.

Las manos de Adrien tomaron la cintura de la chica haciendo que ella enredará sus piernas en el torso del chico dándole así mayor placer al ser penetrada las embestidas eran fuertes y rápidas, tanto así que los dos alcanzaron el cielo y las estrellas.

La chica se dejó caer sobre el pecho de Adrien tratando de regular su respiración. Sus cuerpo estaban sudados y llenos de marcas, y la imagen através de los espejos no podía ser más perfecta.