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Hope, Leo y Ares se quedarían en el castillo a pasar las vacaciones de navidad por primera vez. Los Urquart porque sus padres habían tenido que hacer un viaje urgente a Estados Unidos y Leo porque no quería pasar la navidad sin ellos, además de que su madre se la pasaba en el ministerio y la veía escasos segundos, no quería terminar pasando la navidad solo.
Además, de que la menor cumplía años ese día, trataron de verle lo positivo a la situación y ella dijo que sería muy divertido pasar su cumpleaños en el castillo, donde también estaría su abuela Minerva y su padrino. Lo mejor de todo era que el castillo se quedaba casi vacío, eran muy pocos los alumnos que se quedaban en esas fechas y podrían disfrutar de más silencio y de recorridos por donde quisiera.
—Me sabe mal no quedarme aquí para tu cumpleaños. Al menos si ambos nos íbamos hubiésemos tenido la oportunidad de vernos ese día. —Le dijo Theo a la pelirroja casi con un puchero.
—Ya podrás darme mi abrazo de feliz cumpleaños cuando vuelvas de las vacaciones. —Respondió pellizcando las mejillas de su amigo.
—Preferiría quedarme aquí contigo, con ustedes. Los bailes que hacen mi familia junto con las otras sangre pura son aburridos. Al menos tendré a Blaise y Draco ahí.
—Solo a Draco, Theodorecito. Yo me quedaré en el castillo y festejaré con mi mejor amiga su cumpleaños.
Se metió a la conversación el moreno pasando su brazo por los hombros de Hope para abrazarla mientras le pasaba una mano por el cabello para despeinarla.
—Ya, seguramente te quedas por eso.
—Por eso y porque mi madre está en algún lugar de Francia con su nueva conquista. Tal vez tenga padrastro nuevo.
—¿Qué numero sería ese? —Preguntó burlón Leo.
—El octavo creo, la verdad ya perdí la cuenta.
—Debí insistirle a mi padre para que me dejara quedarme. —Se lamentó Theo nuevamente haciendo rodar los ojos a sus amigos.
—Ya, deja el drama. El dragón estará contigo.
—¿Qué otra compañía podrías desear más que la mía? —Preguntó el príncipe de Slytherin guiñando un ojo. — Yo también quería quedarme, pero madre se pone bastante sentimental y dice que me extraña, así que no tuve otra opción.
Un niño de primero se acercó al grupo que estaba charlando con un poco de timidez, era más bajito que Hope así que se sentía intimidado por todas las miradas que recibió cuando se acercó a ella. Tragó saliva y tiró un par de veces de la túnica de ella para llamar su atención. Esta al verlo le mostró una sonrisa pues había notado su nerviosismo y lo saludó brevemente con la mano.
