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—No me gusta madrugar. Me pone de mal humor.
—En el castillo madrugas todos los días. —Le respondió Ares a su hermana, quien se estaba medio quedando dormida mientras caminaban.
—Pero no tanto, además no quiero ir, me obligan.
—¿Si te cargo hasta allá dejarás de quejarte? —Le preguntó Leo mirándola de reojo.
—¿Me puedo dormir mientras me llevas?
—Solo si no babeas.
Y solo de esa forma Hope mantuvo la boca cerrada por el resto del camino, agradeció eternamente que su amigo hiciera aquella oferta. Habían despertado demasiado temprano, ni siquiera había rayos de sol cuando salieron de su casa para caminar hasta su encuentro con los Weasley y los Diggory; ya que irían juntos a la final del mundial. Cosa que a ella no le emocionaba, porque no le gustaba el quidditch, pero tanto Ares, como su padre eran fanáticos. A Leo le gustaba, pero a un nivel normal.
—Ya casi llegamos, Amos debería estar cerca. —Alzó un poco la voz Jordan para que los demás lo escucharan. — Oh, aquí está.
Como él iba unos metros enfrente de los menores saludó primero al señor Digorry.
—Hope, vas a quebrarle la espalda a Leo, ya bájate.
—Hmp, que pesado eres Ares.
La pelirroja no tuve otra opción mas que hacerle caso a su hermano, tampoco quería ser una grosera y que al llegar todos la vieran ahí dormida ignorándolos. Y ella no quería ignorar a nadie. Parpadeó un par de veces para tratar de espantar el sueño que se negaba a abandonar su cuerpo y los abrió por completo cuando sintió una mano pasarse por su cabello en repetidas ocasiones; era Leo.
—Listo, ya está ordenado. Nadie sospechará que acabas de despertar de una siesta en mis brazos.
—Gracias, Leo.
En ese momento ella hizo todo lo contrario a él, pues le pasó las manos por el cabello, pero para desordenarlo.
