XI

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Jueves 11: 30am


Los días fueron pasando con gran lentitud, los trabajos en la U se volvían cada vez más irritantes no por el contenido en sí, si no porque los compañeros con los que me colocaban eran unos vagos que no querían hacer nada, como no soy de insultarlos coloque a Brenda a que los amenazaran si no mandaban su parte a tiempo, uno no quiere ser una mierda de persona, pero ellos tampoco colaboran.

-Mis niñas voy a salir a una conferencia con Christopher, haremos unos asuntos que tenemos pendientes y ¿Qué quieren que les traiga? - La señora Stella asomo su rostro por la puerta del cuarto de Brenda y esperó a que decidiéramos, fue en vano porque la chica estaba discutiendo con su novio así que no prestó atención en lo absoluto.

-Pollo de KFC y helado- Dije sonriendo y la señora me devolvió el gesto.

-Cuídala, no dejes que muera de rabia- Me guiñó el ojo y las dos reímos, cerró la puerta y me acomode en su cama, la di unos golpecitos en su espalda para que se rodara y  lo hizo, tome su almohada la coloque debajo de mi cabeza y subí los pies a la pared.

A veces considero que esta bien estar soltera, esos problemas de pareja que me estoy ahorrando no lo había considerado, comencé a mover los pies. Posible infidelidad, relación toxica, obsesión, estoy teniendo mi mejor momento y lo desperdicio, asentí con la cabeza como tratando de convencerme de lo que estaba diciendo.


De repente escucho como Brenda estrella su celular contra la pared y deja caer todo su cuerpo en la cama, coloco sus manos en su rostro y comenzó a llorar. ¿Qué carajos pasó?

Inmediatamente me levante. -¿Qué pasó?- Le quite la mano del rostro y ella rápidamente miró el techo.

-Me terminó- Dijo riendo pero a la vez estaba llorando, comienzo a pensar que las mujeres estamos locas. -Me mandan fotos donde él estaba en una fiesta que... -Se levanta de la cama y me señala con el dedo índice. -Que no me dijo que iría y sale que se esta besando con otra mujer y le esta agarrando la nalga- Su voz se quebró. –¿Sabes que es lo peor? - Negue con la cabeza, le estaba arreglando su cabello ya que lo tenia hacia adelante. -¡Que no tenia nada de trasero! Era como si estuviera tratando de halar algo que no hay, no existe- Coloco su cabeza en mi hombro y siguió llorando, coloque mi mano en su espalda y trataba de consolarla.

Viste Lee, lo que te ahorras por no estar con Iván.

-Como si tuvieras otra opción- Escuche otra voz en mi mente como respondiendo a ese comentario. Miré la pared y me dije para mí misma: -Estas loca.


-Lee, sé sincera del 1 al 10 ¿Qué tan toxica soy?- Aun no despegaba su cabeza e hice una mueca con la boca.

-Preciosa, no es momento de que hablemos de eso- Las dos reímos porque sabemos que en ocasiones se puede pasar de toxica.

-Pero sabes- Quito su cabeza de manera brusca y me miró. -No me duele del todo porque tengo hambre, el mal de amor no me da tan duro- Limpió sus lágrimas. -Dime que le pediste a mi mamá pollito- Hizo un puchero y asentí.

-De aquí a que vuelva tu mamá moriremos de hambre- Me alce de hombros. -Así que mejor prepararé unos sándwich-

-¡Si! Pero esos que hiciste la otra vez en el horno- Me sonrió esperando que pudiera convencerme y rodé los ojos mientras reí. Me baje de la cama y me puse las pantuflas, vi que ahora si estaba preocupada por su celular, esa mujer tiene unos impulsos de agresividad increíbles.

Psicópata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora