XIII

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-Yo malos gustos en hombres no tengo- Miré a Brenda, estaba tan emocionada por la situación incomoda entre el otro bobo y yo.

-Tal vez por eso es que nunca has tenido novio, pero no te preocupes amor, habrá alguien para ti- Me guiñó el ojo y se levantó, coloco sus manos en los bolsillos de forma relajada y despreocupada.


Por alguna razón estaba ansiosa, no sé si es porque tenía sensación de que algo malo iba a pasar


-¿Tienes hermanos?- Preguntó Brenda a Iván.

-No hablo de mi vida privada- Su tono de voz pasó de ser burlón a ser demasiado serio para mi gusto o para lo que el me tiene acostumbrada. Me senté en el sillón esperando a que Brenda respondiera, de las dos ella es la que discute, yo en cambio, termino llorando y no me defiendo, tengo que ir cambiando defecto se supone que seré abogada.

-¿Tan grave es para ti contestar si o no?- Su cuerpo se inclinó ligeramente dando un paso hacia mi dirección.

-¿Tan importante es para ti mi vida? Si te intereso me lo fueras dicho y omitimos la introducción de las presentaciones, ¿No crees, Cariño?- Arqueo una ceja y me preparé psicológicamente para ver el espectáculo de esos dos, aunque ya se conocieran por medio de sus padre estoy segura que nunca hablaron.

-Cito a Brenda- Alzo sus brazos y con sus dedos marcó el entre comillas –"Yo malos gustos en hombres no tengo- Le guiñó el ojo y sacudió su cabello

-Uhhh, eso hasta a mí me dolió- Mi mamá fue bajando las escaleras y nos sonrió –¿Tienen hambre?- Recorrió la sala con la mirada y antes de que Iván pudiera hablar, Brenda se le adelantó.

-Yo sí, ¿Quiere que la ayude? – La tomó por lo hombros y se la llevo a la cocina.

-Brenda me caía mejor cuando estaba callada- Rodó los ojos y se volvió a sentar, me rodé porque literalmente dejó caer todo su cuerpo en mi pierna izquierda, cuando sintió el vacío en el mueble, me miró.


-¿Me tienes miedo o qué?- Reí.

-¿Tienes hermanos?- Lo miré a los ojos, note como poco a poco su pupila se estaba dilatando, mordió su labio inferior y coloco su cabeza en el mueble dejando caer todo su largo cuerpo.

-Si ¿Contenta? – Sentí un aire de superioridad por un instante, pero luego recordé la posibilidad de que el tuviera novia, porque vamos, es apuesto, por lo menos de fuckboy es en su tiempo libre.

-¿Por qué no lo presentaron el día que fueron donde los padres de Brenda?- Arquee una ceja y sus ojos se cerraron de golpe, paso su mano por el rostro y soltó un suspiro.

-No pudo negociar las 72 horas de libertad- Mi mente quedó en blanco, no sabia de que estaba hablando y antes de que pudiera decir algo se adelantó. -Ale está en la cárcel, no preguntes qué hizo o por qué está allá porque no tengo ganas de responder tus dudas- Se levanto del sofá y su celular comenzó a sonar, lo atendió de inmediato y salió de la casa.

Mi chismosa interna quería saber porque no podía hablar dentro de la casa, ¿Qué tan importante o privado es que no puede hablarlo delante de mí?

Me levanté y me acomodé los jeans, me dirigía a la cocina a ver en que ayudaba a mi madre cuando Brenda abrió la puerta de golpe.


-Quiero que te alejes de Iván- Me miró con tanta seriedad que sabia que no estaba jugando, me asustó su expresión, no sabia que estaba pasando esta vez.

-¿Qué?-

-Mira- Sacó su celular y me mostró una página de noticias donde había imágenes de los últimos casos recientes sobre homicidio.

-Ok... ¿Qué tiene? – Seguía sin entender a qué quería llegar.

-No tiene redes sociales y cuando lo busco aparece en casi todas las imágenes sobre los casos de homicidios, no es coincidencia que en cada caso siempre esté el presente, yo se que uno puede ser chismoso, pero no a ese nivel- Esa forma de contar las cosas me enreda, primero es seria y después termina con sarcasmo y burla.

-Tal vez quiere hacer un reportaje o le apasiona, ¿No crees? -

-Es administrador de empresa- Hizo énfasis en esas tres palabras, abriendo los ojos como tratando de hacerme entender. -Su hermano está en la cárcel, la agresión va en los genes- Y aunque parezca mentira mi cerebro explotó, ni siquiera podía argumentar una sola palabra, y tiene razón no es normal que hayan mas de diez casos y en todos aparezca el junto con la comunidad y unos ni siquiera son de esta ciudad.

-¡Oye! ¿Qué hacías escuchando nuestra conversación? – Le entregue su celular y arqueo una ceja y su levanto ligeramente su labio superior.

-¿De verdad? ¿Esa mierda es lo que vas a preguntar? Mira yo no soy quien para decirte con quien te debes juntar o no, pero ten cuidado con él, no lo conoces- Guardó su celular y entró de nuevo a la cocina, le iba a hablar cuando tocaron la puerta de nuevo.



-Oye me tengo que ir, dile a tu madre que fue lindo verla- Cuando se me acercó a darme un beso, retrocedí.

-¿Por qué no estas en face ni en Instagram?- Se incorporó y me miro de pies a cabeza con una sonrisa burlona.


-¿Me stalkeaste?-

-Eso no fue lo que pregunté- Me crucé de brazos esperando a que respondiera mi estúpida pregunta, pude preguntar cosas más interesantes como: ¿Por qué te gusta ir a escenas de crímenes?

-No tengo porque no me gustan- Se alzó de hombros –¿Resolvió tu pregunta? ¿Tiene otra?-

-¿Por qué eres tan idiota?- Tenia ganas de cerrarle la puerta en la cara, creo que mi vida era menos frustrante antes de conocerlo.

-Va con mi personalidad- Me guiño el ojo. -Quiero que mañana salgamos, llámalo como quieras, cita o salida de amigos no me interesa, pero si quiero que estés lista a las siete de la tarde-

-No- Cuando se iba a despedir por segundo round se detuvo de golpe quedando aún mas cerca de mi altura y de mi boca.

-¿No?- Rió.

-No, no te conozco, evades las preguntas que te hago haciéndome otras, eso no es conocer a las personas, conoces mas de mi de lo que me gustaría y yo a puras penas sé que te llamas Iván- Soltó un suspiro contenido y miró al cielo.


Señor, si lo estas haciendo pagar un karma te agradezco que sea conmigo.


-Mañana puedes hacerme todas las preguntas que quieras y prometo responder ¿Okey? - Le sonreí y asentí. -Bueno, nos vemos-

Se alejó y me di cuenta de que no venía en carro, sabía que no debía hacerlo, pero algo dentro de mi quería saber a dónde se dirigía con tanta prisa, cerré la puerta con cuidado así que sin pensarlo dos veces decidí seguirlo. 

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Psicópata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora