XIV

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"La vida es tan incierta que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta" - Alejandro Dumas.


Estoy tratando de darme ánimos suficientes para seguir al otro idiota, sé que está mal, no me tiene porque interesar su vida, ni que hace, ni a donde se dirige, pero me la curiosidad me esta matando, el sentir que no es del todo sincero conmigo, ¿Por qué tanto misterio? ¿Por qué le cuesta hablar de él?

Trataba de ocultarme en medio de los arbustos y con la cabeza baja para que no vaya a reconocerme ni que sospeche que lo estoy siguiendo. Ya he caminado varias cuadras y siento que me falta el aire, ¿Por qué camina tan rápido? me detuve un momento e inspire todo el aire que necesite para poder seguirle el ritmo, incline mi cuerpo, apoyé mis manos en las piernas soltando todo el aire inhalado, gracias a Dios no soy asmática.

Cuando quise incorporarme perdí a Iván de vista, miré por todos lados buscándolo, posé mi mano en mi cabeza tratando de no sentirme fracasada, no era tan difícil seguirlo, maldita sea.


-¿Quieres un refresco?- Escuché una voz dulce detrás de mí, por mi nuca, cuando me giré estaba demasiado cerca para mi gusto, noté que era una chica rubia oxigenada, blanca, pómulos rosados, delgada y casi de mi estatura. Al ver que no le respondí me sonrió, ladeó la cabeza y me extendió el vaso que contenía gaseosa.

-No gracias- Le sonreí y cuando me iba a regresar a la casa porque seguramente mi madre me matará por salir sin avisarle, la rubia me tomó fuertemente por el brazo que seguramente me dejará una marca. -¿Qué te pasa?- Mi ceño se frunció de inmediato y trate de zafarme, al ver que la chica no tenía intenciones de soltarme, mi adrenalina se disparó, mi sentido de supervivencia se activó y lo único que se me ocurrió en ese momento fue escupirle en la cara lo cual fue una pésima idea, borró su sonrisa y su expresión fue de evidente enojo y con ganas de matarme y torturarme en el más allá, escuché una leve risa detrás de mí como de un hombre pero cuando quise girarme a ver de quien era la chica optó una posición de pelea y todo lo vi en cámara lenta: La pierna izquierda en frente y la pierna derecha hacia atrás, las rodillas ligeramente flexionadas, empuñó su mano y lo impulsó al lado de mi cabeza y de ahí todo se volvió negro.



Sentí mi cuerpo pesado al igual que mi cabeza, pequeñas punzadas atacaban mi cerebro, San Pedro si es tiempo de llamarme hazlo de una vez y omite todos los dolores posibles, me siento muy cansada como para tener que lidiar mas idioteces, poco a poco fui abriendo los ojos al sentir mi cara húmeda, pero mi vista era borrosa, escuchaba voces a lo lejos pero no entendía con claridad que era lo que decían.


-¿Será que la mataste? Porque si lo hiciste Iván te matará a ti- Escuche la voz de un hombre, por lo menos sé que no era Iván, aunque no se si eso es bueno o malo porque estoy delante de unos desconocidos posiblemente asesinos, tomaran mi cuerpo y venderán mis órganos al mercado negro. ¿Cuánto valdrán mis órganos en el mercado negro? Espero que mucho porque están en perfecto estado.

Pensar idioteces me calma por un momento.


-¡Despierta idiota!- Sentí como el agua me golpeó el rostro y con mas pesadez abrí los ojos, mi campo de visión fue mas claro esta vez y pude notar que estaba la chica que me golpeó obviamente al lado de un muchacho mas alto que ella, lo miré de arriba abajo tal vez de un metro con setenta, voluptuoso, los hombros y la cintura están alineados en la misma proporción, no puedo creer que su cintura sea más notoria y mejor definida que la mía, cabello peinado hacia arriba y ojos color azul pero de esos colores que te hipnotizan.

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2020 ⏰

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