XV

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"¡Esto es inaceptable!" C-3PO había exclamado, haciendo que la consejera, que se encontraba de pie a su lado, casi saltara del susto. Jamás había escuchado a su droide dorado tan enfadado. "¡Soy tu oficial superior y te ordeno que nos entregues los datos!"

"Ya te gustaría, doradito. Pienso quedarme para mí lo que sé del líder supremo Snoke hasta que me saquéis de este maldito planeta." N1-ZX, el droide de batalla que habían ido a buscar, se había negado en rotundo desde un principio, lo que pasaba, es que parecía demasiado humano para el gusto de la consejera.

"Pero, ¿cuál es el problema?" Poe estaba a unos pasos de la consejera y el droide de protocolo, apoyado en Oddy, que cogía al comandante como podía, observando la interacción.

"Pues... creo que el programa de supervivencia de esta unidad N1-ZX está muy enraizada en sus procesadores centrales... dice que solo nos entregará la información que tiene sobre la Primera Orden cuando lo hayamos devuelto a la base de la Resistencia." El droide dorado explicó, y la consejera se cruzó de brazos. No sabía si era por haber usado la Fuerza haría meros minutos, pero algo en su estómago le decía que no era buena idea.

"¡Pero si es un droide! ¡Sácaselo!" Poe exclamó, moviendo un brazo y señalando al droide de batalla, que cascarreó como si se estuviese riendo.

"Intentalo humano, y verás lo que pasa."

"Por desgracia, si entramos en su memoria lo borrará todo y lo perderemos." C-3PO comentó, haciendo que Poe mirase a la consejera.

Se había propuesto mirar la escena, no tenía mucho que decir. Solamente estaba pensando en lo que había sentido al usar la Fuerza de una manera física con una persona.

Una cosa era notar la Fuerza, otra muy distinta era saber qué pensaba la gente de ella. Otra cosa muy diferente era tergiversar la Fuerza.

Había vuelto a sentir el equilibrio entre todas las cosas. Lo que mantenía unido al universo del colapso, y sus dedos; todo su ser, lo había notado de nuevo. Es como si algo se hubiese despertado de nuevo en ella.

Y eso la aterraba. Porque podía significar que un paso en falso mandaría cinco años de su vida al garete.

"Eevan, no puedo ser yo el único que ve esto una tontería." El tono de voz de Poe era llamativo, la joven jamás había escuchado ese tono de queja en la voz del piloto, y menos cuando se giró para mirarlo a los ojos.

"C-3PO dice la verdad, programamos los droides para que eliminasen cualquier información vital para la Resistencia, por si los capturaban." La consejera cerró los ojos unos segundos.

"A mí me pareció buena idea." C-3PO levantó un brazo, mirando al piloto, que miraba entre el droide y la consejera incrédulo.

"Da lo mismo, odio esta misión." Poe sentenció. "Vámonos a la nave con ese trasto."

"Oye, Poe..." Oddy comenzó, mirando hacia arriba. El piloto y la consejera miraron al técnico, que señaló una nave que, más que una nave, parecía una flecha. "¿Qué es eso?"

Eila, la consejera, miró al piloto tras mirar la nave con forma de flecha. La cara de Poe no la animó mucho, tenía las cejas juntas, la mandíbula tensa y los ojos fijos en esa nave. Problemas.

"Es la Primera Orden." Poe miró a la consejera, que bajaba la mirada, suspirando. "En concreto, el agente de seguridad que he tenido detrás todos estos meses... Terex."

"No nos sale nada bien." Eevan comentó por lo bajo, mirando al droide dorado, que se giró hacia ella. "Nos vamos ya. Antes que nos pille el tal Terex y te mate a ti-" Eila señaló a Poe. "A ti-" Señaló a Oddy, que seguía mirando la nave, y luego se señaló a sí misma. "Y a mí."

REVOLUTIONARY ☍ Poe DameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora