VII

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Poe se había quedado pasmado solamente ver a Eevan Chitra en ese estado: sangrando, humana, superviviente, agitada... Era como ver a una persona de carne y hueso y cicatrices. Como si fuese real de nuevo.

"¡Poe!" Suralinda hizo que Poe frenase, de repente, en medio del hangar de la Resistencia, rodeado de naves, donde a él le gustaba estar. "Por fin, ¡llevo pegándote gritos desde que hemos salido de la base!"

"Has usado mi amistad... y yo te he creído." Poe la soltó, la squataman se llevó una mano al brazo, tocándoselo para aliviar la presión de casi ser arrastrada por toda la base. "¿Cómo has podido?"

"No es lo que haya hecho, sino lo que he decidido." Suralinda pausó unos segundos, mirando atrás, había mucha gente mirando. "No pienso informar a nadie, dejaré el trabajo y la investigación. Sé en qué bando debo estar." Poe se llevó las manos a la cintura. "Es este."

"¿Por qué debería fiarme de ti?" Poe se preguntó, mirando a su amiga a la cara, y esta negó con la cabeza.

"Porque me da igual qué trabajo tener aquí. El peor me vale. Sé que este sitio es el adecuado." Suralinda asintió para ella misma. Le daba igual que su amigo la creyese, solo necesitaba que la aceptara ahí, y ganarse su confianza.

"No es mi trabajo aceptarte en la Resistencia." Poe hizo una pausa, para después mirar de nuevo a la puerta del hangar, de donde habían salido. "Cuando la general acabe con la consejera vendrá a por ti. No podré hacer nada más."

"Me da igual que me arreste." Suralinda miró atrás, viendo como un droide blanco y naranja se acercaba rodando hacia ellos. BB-8, como siempre, pitó alegremente para saludar a su amigo Poe.

"¿Qué tal, amigo?" El piloto se agachó para saludar a su droide, que se acercó a su pierna para tocarlo, como si fuese un pequeño cachorro. "Si, sé que me has echado de menos. Lo siento por dejarte aquí en mi día libre." El droide pitó de nuevo, girándose hacia Suralinda. "Es una vieja amiga, de la Nueva República. Se llama Suralinda."

BB-8 pitó hacia la periodista, que levantó una mano para saludarlo desde arriba. Era un droide simpático, al menos.

"Poe, la mujer que ha entrado... ¿quién era?" Suralinda preguntó con un sentimiento de intranquilidad, cambiando la mirada del droide al piloto, que se llevó una mano a la nuca, rascándose.

"Es la consejera Eevan Chitra." Poe explicó rápidamente. "Es un poco extraña, no suele hablar con mucha gente por aquí. Nunca la había visto tan agitada, bueno, nunca la había visto demostrando ningún tipo de emoción, habrá pasado lo peor en la misión que le había asignado la general."

Suralinda se quedó unos segundos en silencio, pensando en qué podría decir tras saber el nombre de la joven.

"Poe... ¿Qué sabes de la vida de la general antes del senado galáctico?" 

REVOLUTIONARY ☍ Poe DameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora