•Sanders Sides• [-One-Shots-]

•Mi precioso Dios•

“Discover Yourself”

.• — •.

– ¿por qué nunca puedo entrar ahí contigo?

– ya te lo dije, Roman, es peligroso –. Remus miró al adolescente con disimulo, una de sus manos recorriendo su blanco cabello –. Sería mejor una visita a Patton, ¿no crees?

– cuando dices visita te refieres a que yo debo ir, no tú. Deja de tocarte el cabello, no quiero oír tus quejas luego

Remus suspiró, quedándose sin ideas convincentes que puedan alejar a Roman de aquí. Existe una razón para prohibirle el paso, ¿pero cómo decírselo? Si le cree todo podría ir peor y eso arruinaría los planes, en caso de que no lo haga querrá entrar igualmente.

– hay armas peligrosas, podrías salir herido

– no sería la primera vez, solíamos luchar juntos, ¿recuerdas?

– esto es diferente –. Lo tomó de los hombros, frunciendo el ceño –. Debes creerme cuando te digo ahí dentro no hay nada por lo que valga la pena morir, ¿comprendes, hermano?

Roman miró a Remus directo a los ojos, viendo instantáneamente hablaba en serio, jamás podrá entrar ahí sin su autorización y duda algún día eso se le otorgue.

Asintió, una sonrisa formándose en el siempre serio rostro del mayor, luego recibiendo un abrazo inesperado como recompensa por su buen comportamiento.

– ve con Patton, entrena junto a él si quieres

Tuvo que hacerle caso e irse resignado hacia Patton, en todo momento su mente yéndose de aquí para allá en medio de la práctica y causando pierda varias rondas.

– ¿estás bien, Ro? –. Patton luce preocupado, es la primera vez que logra vencer a Roman en una práctica – ¿ocurrió algo con Remus?

– no, bueno sí, pero no –. Suspiró mientras se ponía de pie nuevamente –. Sigue sin dejarme entrar, tengo curiosidad y lo sabes. No quiero tocar nada, sólo saber que tanto oculta ahí…

– es secreto, Roman. Incluso Virgil te lo prohíbe. Si dicen no puedes entrar entonces debes obedecer

– ¿desconfían tanto de mí? ¿creen voy a romper algo? Soy torpe pero no tan torpe

– ¡no digas eso, cariño! –. Segundo abrazo del día, Roman evitó suspirar, ya no es un niño mimado a quien proteger – ¡tal vez sí existe peligro! Remus y Virgil están entrenados, más que tú y yo, debe ser por eso que no puedes entrar

Odia contradecir a Patton, él lo cuidó desde de la muerte de sus padres y sabe siempre tiene razón, ¿si nunca le ha fallado por qué lo haría ahora?

Aceptó su realidad, esta vez más concentrado en entrenar o seguiría perdido dentro de su hiperactivo cerebro, aunque calmar sus ideas nunca funciona y esta noche es prueba de ello, Remus volvió a casa y, ocupándose de cerrar bien la puerta, Roman lo atacó con preguntas tras preguntas.

– Roman, cálmate, dije no hay nada especial ahí

– ¡mentiras, dijiste habían armas peligrosas! –. Okay, tiene razón en esa parte – ¡quiero saber y ya, soy curioso!