Capitulo 23

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POV Klaus

Una vez leí que es mejor haber amado que no amado jamás. Sin duda quien escribió eso. Jamás tomo la decisión de dejar ir ese amor. De lo contrario nunca habría escrito eso. Hacer lo correcto no sé siempre es fácil, a veces hacer lo correcto duele. Duele tanto que sientes que el corazón se te parte en mil pedazos.

Tomar una decisión que cambiará tú vida para siempre, duele, tanto que sientes te asfixia. Cuando me case sentí que había tomado la decisión más difícil en vida. Pasar el resto de mis días con el amor de mi vida. Esa decisión no dolió. Al contrario fue tranquilizante saber que Caroline también me amaba tanto como pasar el resto de su vida junto a mi. Pero ahora.

Dejarla ir duele, duele demasiado, es como estar en el infierno pero sin el fuego. Dejarla decidir fue la única opción y saber que firmaría sin dudar fue más doloroso de lo que pensé. Aún no lo hacía pero se que eventualmente lo hará. Y lo único que nos unirá serán nuestras pequeñas hijas. El único fruto de nuestro amor. Si es que alguna ves lo sintió.


Último llamado a los pasajeros del vuelo con destino a Barcelona, pasar por la puerta 4

Las pocas esperanzas de que mi plan funcionará, de que mi teléfono sonará, desaparecieron con el último aviso para abordar el avión. Caroline no llamaría, no le importaba que me fuera. Pese a su respuesta, tal vez no estaba confundida, tal vez nunca me amo realmente.

La fila para abordar, era algo larga por suerte,  avanzaba bastante rápido. Irme a Barcelona era lo mejor, solo así podría estar lejos de Caroline. No de contrario nunca podría mantener mi promesa de estar lejos de ella. Siempre pensé que somos satélites orbitando a quienes amamos. Ahora solo tendré que orbitar a la distancia, por amor.

—¡Nik! ¡Nik! —Escuche gritar, gire a ver quién lo decía, pero no ví a nadie, en cambio le entre mi boleto a la azafata que lo pedía revisar— No te vayas. No subas a ese avión.  —Pidió agitada, una voz muy conocida. Gire para estar seguro.

—¿Caroline?  —Respondí confundido. Lucia cansada, agitada y algo desalineada. — Luces cansada ¿Que ocurre?

—Si, es que venía corriendo, No sabía si te alcanzaría. Fui a casa primero y no te encontré entonces Rebekah me trajo hasta aquí. —Explico agitada, comenzando a ganarse miradas de más personas. Salí de fila y la lleve a un lado, un poco lejos de la gente.

—¿Que haces aquí? —Pregunte sin entender.

—En cuanto firme el papel, Me di cuenta que era una idiota por firmar. Porque estaba dejando ir al amor de mi vida, por unas estúpidas dudas, te amo tanto que es abrumador, no me deja pensar con claridad, y odio eso, porque hasta antes de conocerte yo tenía el control de todo, de mi vida, de mis sentimientos, pero desde que te conocí nada volvió a ser igual. Te metiste en mi corazón pero no lo quise aceptar. Pero me rehusó a perderte, y se que ya no crees en lo nuestro pero estoy dispuesta a Volverte a enamorar, y recuperar tú amor. Incluso si subes a ese avión te seguiré. —Explico rápidamente, al parecer estaba soñando, o había oído mal. Caroline dijo que me ama. —No me mires así, ¡Dime algo! —pidió con desesperación, trata de asimilarlo antes de responder.

—Creo que estás confundida Caroline, por mi partida. No quiere decir que realmente me ames. De lo contrario no habrías firmado —Respondí

Volverte a enamorar -Klaroline-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora