Volverte a enamorar -Klaroline-

Capítulo 25

POV Klaus

Después de la discusión Caroline no me volvió a hablar, más que para decirme que dormiría en el sillón. La cena tal como Bonnie dijo la subió en una ridícula canasta. Solo que no ella si no Damon quien no perdido oportunidad en burlase de la situación. Nos llamó inmaduros, cuando trate de defender mis razones el ya se había ido.

La noche fue eterna, al sentirme tan cerca y tan lejos de Caroline. Que estúpido había sido al pensar que cuando volvieran sus recuerdos todo volvería a la normalidad. Sin recuerdos dormimos juntos y ahora que recuerda todo tengo que dormir en el sillón. La ironía de la vida quizás.

Por la mañana llame a Rebekah, explicándole y pidiéndole ayuda para salir de aquí, su respuesta fue corta. “Déjense de estupideces y arreglen sus problemas de una buena vez” luego colgó no volvió a contestar mis llamadas.

No recordaba lo sucio que podía llegar a jugar Caroline. Hasta que se paseo por toda la habitación en toalla al salir de la ducha. Moría por hacerla mía y ella lo sabía. Y no le importaba hacerme sufrir.

—¿Podemos hablar? —Pedí cansado de tanto silencio— Se supone que debemos hablar. —Caroline bajo la revista que leía y me miró.

—No. ¿Para qué? Ya dijiste todo. No perderé mi tiempo con la misma conversación. —Respondió antes de continuar leyendo. Tome asiento a su lado y la mire.

—Si no hablábamos pasaremos lo que resta del año aquí. —Me queje, Caroline bajo la revista y me miró.

—Conozco a Bonnie. No tardará más de una semana en liberarnos. Solo necesita darse cuenta que su estúpido plan fallo. Y que lo roto no lo arregla el tiempo. —Respondió, trato de continuar su lectura. Pero le quite la revista de las manos.

—¿Qué ocurre contigo? Estaba leyendo eso. —Se quejo, intentó arrebatarla de vuelta.

—No ahí nada roto, solo necesitamos aclarar un mal entendido. —Le recordé.

—¿Mal entendido? Ahora así le llamas a tus dudas. —Reclamo molesta.

—Perdón por dudar, pero creo que estoy en mi derecho cuando un día me dices que me amas y al siguiente me olvidas. —Le recordé.

—¡Sigues culpándome!

—No te culpo, solo te recuerdo el origen de mis dudas. Si estuvieras en mi lugar harías lo mismo.

—Vete al diablo. —Grito tratando de levantarse, la tomé del brazo y la jale sobre de mí. —¡suéltame!

—No hasta que me escuches. —le aclaré

—No quiero. —Grito mientras trataba de levantarse, la senté sobre mis piernas, y la abrace con la suficiente fuerza para no dejarla ir.

—Entonces para que me detuviste en el aeropuerto, dijiste que me amabas. Si al primer desacuerdo vas a huir. —Le reclamé.

—Por idiota. Creí que todo volvería a la normalidad. Pero ahora se que solo dudas de mi. —Respondió dejando de luchar por salir de mis brazos.

—Prometo no dudar más. Solo dame otra oportunidad. —Le pedí, negó.

—No funciona así Nik. Lo nuestro ya no tiene solución. Esta demasiado roto como para arreglarlo. —Respondió con tristeza.

—Mientras nos amemos ahí solución —Asegure

—No es tan sencillo Nik. —Respondió evitando mirarme. —Tal vez lo mejor será que te vayas a Europa, después de todo.

—¿Por qué quieres alejarme? —Pregunte confundido