capitulo 3

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Una semana después

No había podido ver a Caroline en toda la semana ya que había estado deprimida cuando Liz le contó sobre la muerte de su padre. Apartir de ese día no quiso ver a nadie. Según decía Liz tampoco a sus amigos había querido recibir. Yo estaba cansado no había podido dormir bien desde el día del accidente, la casa se sentía tan sola sin Caroline. Ver nuestras fotos y recuerdos eran mi pasatiempo en las noches. Ver la casa y nuestra cama vacía era mi mayor tormento.

Me sentía patético adónde había quedó el Niklaus Mikaelson conquistador al que ninguna mujer se le resistía. Por eso no quería enamorarme sabía que siempre uno de los dos siempre sale perdiendo. Y esta vez había sido yo. Ahora yo aquí aferrándome a todo lo que me recuerde el gran amor que me tenía. Aún que los recuerdos no me basten me mantienen vivo. Me sentía asfixiado en la casa decidí salir a tomar una copa al grill. Era la segunda copa que llevaba hasta que el lugar a mi lado fue ocupado por mi unos de mis mejores amigos.

-Qué milagro que estés aquí y no haya afuera pintando. -Tomo haciento a mi lado y pidió una botella con las mano al bartender.

-Ahora no estoy para tus bromas Damon. Supongo que Elena ya te contó todo lo que pasó en tú ausencia. -Termine mi trago de golpe, y respondí.

-Sí algo supe de eso, ¿En verdad no recuerda nada de ustedes?. -Destapo la botella que había traído el bartender. Y sirvió su tragó.

-Nada, solo que me odia. -Solte un suspiro de frustración, mientras me servía otro trago de la botella.

-¿Y ahora que harás? -Me miró de reojo mientras bebía su tragó.-¿Esperarás a que sus recuerdos vuelvan? -pregunto lo mire y negué con la cabeza.

-No se sí pueda, todos me dicen lo mismo. Que los recuerdos vendrán por si solos. Pero yo realmente no estoy tan seguro ah pasado semana y media y nada. Sus recuerdos no vuelven. -Dije desesperadamente, Damon solo me veía sin decir ningúna de sus habituales bromas.

-¿La haz visto? ¿Haz hablado con ella? -Tome mi trago de golpe y respondí.

-Los primeros días sí, mientras estuvo en el hospital. Pero desde que Liz la llevo a su casa me haz sido imposible. Liz me dijo que Caroline tiene una depresión y no quiere ver a nadie. Por eso no he podido verla.

-¿Depresión? ¿De qué? -Pregunto como si no tuviera sentido lo que había dicho.

-No recordaba que su padre había muerto. Liz se lo dijo y para ella fue una gran impresión.

-¿Como planeas verla ahora?

-No lo sé, estoy desesperado vine aquí con la esperanza de que mi mente se aclarará. ¿Sabés? No eh podido dormir desde el día del accionante. Esto realmente está acabando conmigo. -suspire exasperado.

-Creo que debes relajarte un poco. Y disfrutar de tú soltería mientras Caroline no recuerde nada. -Lo miré de mala manera, ya se había tardado en hacer alguno de sus estúpidos chistes.

-No estoy para tus bromas Damon. Ya lo decidí iré a verla. No me importa si no quiere verme. Necesito verla saber que está bien.-Solte un fuerte suspiró- Si la montaña no viene a Mahoma. Mahoma va a la montaña. -Solte con decisión. La mirada de Damon se desvió hacia la puerta de la entrada.

-Bueno la montaña te ahorro el viaje, viene hacía acá. Y parece todo menos deprimida. ¡Se ve muy bien!. Demasiado bien se nota que la soltería le sentó mejor que ti- giré mi cabeza hacia la puerta en efecto era Caroline entrando por la puerta, se veía radiante con el vestido negro arriba de la rodilla que llevaba.

-Vuelves a hacer un comentario como ese. Y Te arrancó la lengua. -Le dije con molestia. Damon se encogió de hombros divertido, Caroline se acercó a barra donde estábamos.

Volverte a enamorar -Klaroline-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora