Gustabo
El superintendente se encontraba en la esquina de su despacho. Estaba cansado, y era normal, ya que la que habíamos liado Horacio y yo no era normal. Ví como él solo podía darme la espalda mientras recuperaba el aliento, apoyando su mano sobre una pared. Yo estaba sentado sobre la silla de cuero que hacía que mis muslos abrasaran de calor, el reloj no paraba de sonar con su “Tic Tac” y mi mirada no podía despegarse de la gota de sudor que recorría la nuca del comisario.
-Superimpotente, ¿podemos abrir la ventana? Me estoy abrasando. -Como siempre, intenté quitarle hierro a la situación y comencé con mis bromas. Sabía que no era el momento pero aún así esperaba que eso le hiciese reaccionar y se diese por fin la vuelta. Tanto suspense iba a poder con mi cordura.
Él se dio la vuelta mientras suspiraba algo exasperado, creo que se acababa de dar cuenta de que yo estaba allí. Había vuelto a la realidad.
Se dirigió a mí con un semblante cansado y el ceño fruncido.
-¿Y tú qué? Putita. ¿No aguantas un poco de calor? -Esperó una respuesta por un tiempo, pero se encontraba tan cerca de mí que me intimidaba demasiado y no pude decir nada.
Dio unos pasos hacia atrás y yo volví a respirar hondo. Él estaba abriendo la ventana.
-Gracias, Papu. Después de haber salido vivo de esa no quería morir por golpe de calor-.
Me quedé callado, era costumbre que la gente se riera de mis gracias pero él nunca lo hacía. Siempre tuve la esperanza de que se divirtiera conmigo pero por culpa de su seriedad no lo mostrara.
De repente, le dio un golpe fuerte a la pared como si quisiese descargar toda la tensión acumulada de su cuerpo en ese golpe y deshacerse de ella. Sin embargo, parecía que no lo lograba. Cada vez su respiración se volvía más densa.
-¡Capullo! ¡Que eres un capullo! -Comenzó a gritar sin ningún tipo de contención. Su voz grave siempre me había gustado, pero con el tono que tenía estaba más que todo asustado.
No comprendía a qué venía tal reprimenda, no había hecho nada.
-A ver, Superintendente. ¡Qué está vez no ha sido culpa mía!
Con tales palabras su espalda se irguió y caminó hacia mí con determinación.
-¡Anormal de Carrito! Si no fuera porque tú… Porqué tú…. -Parecía querer descargarse conmigo, pero no terminaba la frase. ¿Qué era aquello que le molestaba tanto de mi?
-¿Qué es ahora? ¿Eh? Si no es por esto, es por aquello. ¡Yo así no puedo! Esta vez no ha sido culpa mía. -Repetí convencido de lo que decía. Siempre me estaba echando la culpa y tratándome como un inútil. Ya era hora de que le dejara las cosas claras yo también.
-¿Qué no has hecho nada? ¡¿Qué no has hecho nada?! -Cada vez que lo repetía se acercaba más a mi rostro y la postura que defendía empezaba a flaquear. A lo mejor sí había hecho algo y no me había dado cuenta, -¡Si no fuera porque estoy todo el día pendiente de ti, no habríamos tenido tantas complicaciones! Si no fueras un inútil que no sabe ni apuntar correctamente podría haberme centrado en calmar a Horacio, que estaba tan nervioso que te dio un golpe en la cabeza.
-Perdona, pero yo no te he pedido que me cuides como si fueras mi canguro y que me ayudes con todo lo que hago. ¡Si me enseñas, yo puedo hacerlo! No necesito que me agarres de las manos para poder apuntar. Yo también me lo tomo en serio.
Con los gritos, no me había dado cuenta de que mi espalda se encontraba contra el escritorio, estaba acorralado. El Superintendente golpeó la mesa que se encontraba detrás de mí y se acercó incluso más.
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10-97 a conquistarte*Gustabo x Conway* | CANCELADA
Fanfiction•Historia basada en la serie de GTA Roleplay de Auronplay pero creada por nosotras. •Conway x Gustabo y puede que Volkov x Horacio •Los personajes no son nuestros •Partes +18 •Violencia •La portada no es nuestra, es de @rurubyx en Twitter Hola!! So...