10-97 a conquistarte*Gustabo x Conway* | CANCELADA

Capítulo 12: El operativo

Conway

Ya estaba todo listo, había organizado a toda la malla y estábamos a punto de salir. Gustabo, Horacio y Greco iban en un patrulla juntos, al igual que Serjay, Torrente y Leónidas. Volkov e Ivanov iban en mary y le habíamos conseguido un coche de secreta a Segismundo y Rogelio. El resto de agentes iban en binomio y solo iban a patrullar alrededor de la zona y Yuu había cogido un pegasus acompañado de otro agente. Yo salí de comisaría con el casco de moto debajo del brazo y tranquilo, intentando mantener la compostura. Ya estaba acostumbrado a hacer operativos, por algo llevaba más de 20 años en el cuerpo, pero este me preocupaba más de la cuenta. Quizás era porque había demasiados alumnos en el cuerpo o porque en realidad temía por Horacio y Gustabo. Me subí a la moto y arranqué, con toda la malla detrás. Conducía rápido, como siempre, y podía ver el reflejo de las luces de los patrullas en los charcos del suelo. El cielo estaba cubierto y no se veía ninguna luz en él, a excepción de una luna que brillaba detrás de las nubes, con una intensidad que parecía una bombilla encendida en medio de una habitación oscura. Había estado lloviendo toda la tarde, como si el clima anticipase lo que iba a suceder, y ahora estaba empezando de nuevo. Veía las gotas deslizarse por la pantalla de mi casco e intenté darme más prisa todavía para llegar. 

Nos aproximamos a un descampado que había al lado de la casa. Los agentes que iban a entrar aparcaron los patrullas y las marys. Todos iban ya vestidos con chalecos antibalas y pasamontañas e íbamos armados con carabinas. El tirador sacó el franco de su patrulla y se aproximó a la zona. Greco estaba charlando con Horacio y Gustabo para calmarles y Rogelio y Segismundo estaban llegando al descampado porque se habían despistado.

Gustabo

Horacio y yo nos montamos en el patrulla de Greco. Estábamos muy nerviosos, en parte porque Pablito era nuestro amigo y nos daba pena tener que terminar así con él y por otra parte también porque había una posibilidad de que muriéramos en esa misión, aunque era muy poco probable ya que íbamos acompañados de los mejores agentes del país. Durante todo el trayecto me dediqué a mirar por la ventanilla, sin prestar atención a la conversación que mantenían Greco y Horacio. Veía como se deslizaban las gotas por el cristal y como las luces de las farolas estaban difuminadas por la lluvia. Estaba tan concentrado que no me dí cuenta de que habíamos llegado a un descampado en el que estaban parando todos los coches policiales. Mis compañeros y yo nos bajamos del coche y ví como Conway se acercaba hacia nosotros con unos chalecos antibalas y unos cascos. Nos los dio en silencio mientras miraba al cielo. Yo hice lo mismo y percibí unas tenue luz que imaginé que provenía de un helicóptero policial. Mis sospechas se confirmaron cuando encendí la radio y escuché a Yuu comentar que ya estaban con el pegasus por la zona. Escuchamos un coche llegar y me puse a alerta, pero me tranquilicé cuando vi a Segis salir de él junto con su primo. Conway se acercó a ellos y les dio instrucciones para disimular bien cuando se acercaran a la casa. Se notaba la tensión en el ambiente, nadie hablaba, ni siquiera Ivanov ni Torrente estaban haciendo bromas, lo cual era muy raro en ellos. Conway rompió el silencio para decir:

-¿Estáis listas nenas?-

Comenzaba la misión. 

Segis y Rogelio se volvieron a montar en el coche con los micrófonos bien escondidos en sus jerseys a juego. Aparcaron en frente de la casa y llamaron al timbre. Vimos como un hombre equipado con una máscara de diablo les abría la puerta.

-¿Qué hay jotos?- se escuchó a través del micrófono.

-Hola Pablito, Horacio y Gustabo nos han echado de casa por liarla y no tenemos a dónde ir, ¿nos puedes dejar pasar hasta que se calmen?- contestó Segis, intentando parecer seguro.

-Claro que sí, no mamen.- dijo Pablito, invitándolos a pasar y cerrando la puerta detrás de ellos. Escuchamos cómo bajaban unas escaleras sin hablar.