Fruncí el ceño al sentir el resplandor del sol justo en mi rostro, despertándome. El día anterior estuvo demasiado agitado como para recordar cerrar las cortinas. Me removí en la cama, perezosa, dándole la espalda a la ventana.
- Buenos días.
El arma llegó a mi mano tan rápido como brinque de la cama y apuntaba al propietario de la voz. Mark levantó las manos en son de paz y las bajó al instante. Por unos segundos había olvidado que él había pasado la noche en mi habitación, por mi propio mandato. Lo observé con curiosidad: Estaba recostado contra la pared mientras mantenía la laptop sobre su regazo.
- ¿Hace cuanto despertaste? - pregunté con la voz rasposa debido al sueño.
- Hace una hora, más o menos – respondió sin despegar la vista de la pantalla – No podía dormir, así que aproveché el tiempo extra para seguir revisando las fotos.
Asentí con la cabeza mientras me sentaba sobre la cama.
- ¿Algo relevante? – inquirí.
- Supongo – se mordió la cara interna de la mejilla, un gesto que indicaba pura contrariedad en sus pensamientos – Me imagino que esto es relevante – se puso de pie acercándose a mí con la laptop. En ella había una carpeta abierta donde habían muchas fotos mías después de "desaparecer", cuando ya había ingresado al Bloque. Lo sé porque en la mayoría tenía a Demián a mi lado – Hay decenas de fotos así. Parece que te estaba vigilando.
Medité sus palabras mientras daba una rápida inspección a las fotos, tratando de encontrar un patrón en ellas, o algo, no lo sé, lo que sea.
- ¿Las fotos tienen registro de fecha? – cuestioné. Mark asintió.
- Lo tienen, la más reciente es de hace una semana, más o menos – Mark marino en sus pensamientos por unos segundos mientras yo seguía pasando las fotos - ¿Dónde está ella ahora?
- Está muerta – respondí sin titubear. Mark enmudeció tras escucharlo. Lo miré con suspicacia, él estaba inspeccionándome con la mirada - ¿Qué ocurre?
- ¿La mataste? – cuestionó atónito.
- Pretendía hacerlo, pero Demián se me adelantó – dije con simpleza.
- ¿Por qué?
- Quiso matarme...por décimo octava vez – aclaré – Ya no podía dejarlo pasar.
Recordé las últimas palabras de Alicia antes de que Demián le volará la cabeza:
"- Mark.
- ¿Qué?
- Ten cuidado, él..."
- Tú... ¿La conocías? – cuestioné. Mark frunció el ceño.
- ¿A Alicia? Solo lo que tu me has hablado de ella ¿Por qué preguntas? – negué con la cabeza.
- Por nada – apreté los labios con ansiedad, no encontraba nada - ¿Hay algo más?
- ¡Si! – Mark me quitó la laptop para buscar un archivo en específico, el cual titulaba FM – Este en especial es más que inusual – me enseñó la carpeta abierta en la cual había más y más fotos, de distintas épocas de mi vida – Ale ¿Quién es él? – Mark enseñó la foto – Albert Gomel. Hay varias fotos de él y mucha información relacionada.
Una sonrisa de satisfacción se formó en mis labios.
- Oh, ese era mi hermano – respondí con simpleza. El rostro de Mark se contrajo en confusión.
- ¿Era? ¿Murió?
Hice sonar mi garganta en afirmación mientras asentía con la cabeza.
- Fue declarado perdido hace como dos años y al poco tiempo lo hallaron muerto en su departamento.