CAPÍTULO 2: ¿PESADILLAS?

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~Emma en multimedia~

Primer día: Viernes.

Nada más entrar en clase se hizo el silencio en el aula. Todos me miraban asombrados, mi mejilla aún estaba recobrado su color natural pero tenía una pequeña marca cicatrizando al igual que en mi labio. Agaché el rostro avergonzada, nunca me había gustado ser el centro de atención. Sentía como mis mejillas ardían y caminé a mi pupitre con paso firme y en silencio.

- ¡Emma! - Levanté la mirada, Sue me miraba preocupada. Se sentó a mi lado mientras sacaba los libros de economía del bolso.

-Hola Sue- sonreí y me devolvió la sonrisa cálidamente, me abrazó y después me dió un beso en la mejilla sana.

-¿Emma es verdad que te atacaron? - La voz de Alan hizo que todos me volvieran a mirar.

-No... me tropecé en las escaleras del metro...- Susurré mirando a todos.

- ¡Dejadla en paz! - Dijo Sue levantándose de golpe - Sufrió un accidente, punto. Dejad el tema, no tenéis porqué recordárselo - Se hizo el silencio y al momento todos retomaron sus conversaciones, ignorándonos.

- Gracias Sue - la agarré de la mano
cariñosamente, ella siempre había estado a mi lado desde primaria, siempre me había protegido. La adoraba.

Las clases transcurrieron con normalidad y en clase de literatura hice el examen que había perdido al estar hospitalizada. Al acabarlo respire aliviada, por suerte no había perdido ningún otro examen, estábamos cerca de las pruebas de acceso a la universidad y no me apetecía repetir los exámenes fuera del horario de clase. Caminé por el parking intentando recordar dónde había aparcado, el sol se estaba poniendo en el horizonte, "A esta hora debería de estar bailando" Suspiré angustiada imaginando a mis compañeras en clase de danza. Pero tenía que reposar, qué remedio.

-Hey Emma...- su voz grave me sacó de mi ensimismamiento, me giré encontrándome con su sonrisa y sus ojos de un profundo verde: Noah.

Al verle mi corazón retumbó en mi pecho. Estaba apoyado en mi coche, tan guapo como siempre.

-Hey! Justo estaba buscando mi coche...- sonreí como una tonta, "No digas ninguna tontería Emma" me repetí una y otra vez.

-Escuché lo que te paso... ¿Qué tal estás? - agache la mirada, por lo visto ya era oficial: todo el instituto lo sabía. Pase un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja, como siempre hago cuando estoy insegura.

-Bien, estoy mejor que hace unos días, gracias por preocuparte - Noah volvió a sonreír.

- Me alegro, siento que no puedas bailar durante una temporada - asentí haciendo una mueca de disgusto - Me preguntaba si querías tomar algo mañana, quedan sólo un par de exámenes y bueno...- Mi corazón volvió a retumbar.

- Claro, ¿Por-porqué no? - le sonreí nerviosa.

- A las 18:00h te voy a buscar a casa ¿Te parece bien?- Asentí rebosante de felicidad y Noah se despidió con la mano sin dejar de sonreírme.

Entré en el coche y conduje por la carretera principal, el paisaje a casa era realmente precioso: bosques a cada lado de la carretera. Era el primer día que podía apreciar la belleza del atardecer sin necesidad de correr al estudio de danza porque llegaba tarde.
De pronto vi a una chica en la cuneta, levantaba un brazo enérgicamente en un intento de llamar mi atención y parecía cojear. Baje la velocidad y aparque a pocos metros de ella.

-¡Ayúdame por favor!- la chica grito desesperada.

Me bajé del coche corriendo hacia ella, en mi cabeza apareció la visión de los ojos rojos y los colmillos afilados de aquel ser que me había atacado, ¿Habría atacado también a esta chica?.

-¡¿Qué ha pasado, estás bien?!- cuando pude verla de cerca me percaté de que tenía la camiseta llena de sangre, el pantalón rasgado y sus manos cubrían una herida en su costado izquierdo que no dejaba de sangrar.

-¡Ayúdame! Llévame lejos, ellos ya están aquí, ¡Nos tenemos que ir ahora mismo! - me agarró de la mano con firmeza, la miré totalmente en estado de shock - ¡Corre! - me costó reaccionar pero rápidamente la ayude a caminar hasta mi coche y logré arrancar lo más rápido que pude.

- ¿Qui-Quiénes son ellos?- Pregunté aturdida y muy nerviosa.

Conducía a toda velocidad en dirección al hospital. La chica no me contestó, de pronto había un silencio aplastante en el coche. Miré por el retrovisor y la chica me miraba con una sonrisa macabra.

- No podrás escapar nunca de nosotros Emma - Sus ojos se habían vuelto de un rojo intenso y brillante. Pegué un grito frenando de golpe.

La chica en un rápido movimiento me agarró de la cabeza con fuerza y, sin apenas darme tiempo a reaccionar, me clavó sus colmillos en el cuello. Al instante el dolor fue insoportable y a medida que clavaba más sus colmillos sentía que mis fuerzas se disipaban y mi visión se nublaba.

- ¡Emma!- me llamó un chico a lo lejos, "Esa voz me resulta familiar..." pensé antes de que me envolviera por completo la oscuridad. Entonces recordé la voz que había escuchado antes de perder el conocimiento en el metro: Era la misma.

Me desperté empapada en sudor y con el corazón a mil por hora. Me toqué el cuello con pavor pero no sentía dolor y no tenía ninguna marca. "Sólo ha sido una pesadilla, tranquila..." respiré hondo y pasé una mano por mi cabello. Tenía pesadillas desde el accidente en la estación de metro y dormía casi todos los días fatal, pero no quería contárselo a nadie o pensarían que me estaba volviendo loca.

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Hey! Muchísimas gracias por leer mi historia, mañana un capitulo especial!
Cualquier duda, opinión/ idea o sugerencia no dudéis en comentar o escribirme!
Un beso a todxs :)

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